SERUNION- ELIOR: CONTRATOS FUERA DE CONVENIO, DESPIDOS FRAUDULENTOS Y SIN INDEMNIZACIÓN .


Relato recibido por correo electrónico.

La Empresa Serunion–Elior está llevando a cabo una serie de estrategias encaminadas a no cumplir con sus obligaciones de pago de indemnizaciones por despidos improcedentes, engañando a los afectados con un futuro puesto de trabajo en la empresa cuando las circunstancias lo permitan.

Es conocida la política de contratación de Serunion, que no vuelve a contratar al personal que haya sido objeto de despido de cualquier tipo. Pese a dicha regla no escrita se están dando casos en los que esta empresa promete un tipo de despido que deja las puertas abiertas a una futura incorporación a cambio de la renuncia a los derechos fundamentales que como trabajadores aún nos quedan.

Como quiera que este escrito pueda servir a futuras víctimas de este engaño expondré mi caso:

Soy (era) un trabajador interino de la cocina del Hospital Sagrado Corazón en Sevilla, actualmente perteneciente al Grupo Quirón, que durante algún tiempo he estado supliendo las bajas y las vacaciones de ayudantes de cocina y cocineros, y que estaba cubriendo una baja de una de sus trabajadoras fijas. Por circunstancias ajenas a mi voluntad tengo que darme de baja por enfermedad en Julio de este año, y estoy sin poderme incorporar a mi puesto de trabajo en espera de varias pruebas médicas hasta el pasado 24 de septiembre, día en el que se me cita de urgencia en la cocina del hospital para mantener una conversación privada con los responsables de Serunion en Sevilla.

Pese a mi estado de salud y medicación, acepto a presentarme a dicha cita esperando que se fuese a producir un despido, pues era lo más probable. La sorpresa viene cuando al entrar en la oficina se me comunica que por motivos económicos la empresa tiene que prescindir de mis servicios, pero -y es aquí donde está el centro del asunto- como la empresa tiene un buen concepto de mí como trabajador y espera que en un futuro tras mi recuperación pueda seguir contando con mis servicios quiere proponerme un acuerdo “confidencial” que consiste en:

1. La empresa me presenta un documento ese mismo día con fecha de 15 días antes en el que se me comunica el traslado a otro centro de trabajo fuera de mi área geográfica, poniéndome el ejemplo de Ronda.

2. Yo debo firmar un documento en el que se refleja que tras esos 15 días que nunca existieron he decidido renunciar a dicho traslado.

3. La empresa me hace un despido en el que no hay lugar a ningún tipo de indemnización, ahorrándose así lo que me correspondería legalmente por un despido improcedente en toda regla.

4. De esta manera se me promete, sin que medie ningún documento que lo acredite, que en un futuro tras mi recuperación la empresa seguiría llamándome para suplir bajas y vacaciones en el Hospital Sagrado Corazón o en otros centros.

5. Si no acepto, se me indica que me darán una indemnización (de la que no se me aclara bien cuantos días por año trabajado se tienen en cuenta) y se me despedirá alegando que no soybuen trabajador, que he robado, que soy impuntual o bien, como están en su derecho, sin alegar motivo alguno, teniendo ya para siempre las puertas cerradas en dicha empresa, algo no muy deseable dadas las circunstancias del actual mercado laboral.

6. Pido que se me deje una copia del documento y se niegan a dármela, y entonces pido que se me deje pensarlo y consultar con el Inem si una renuncia a un traslado supone la pérdida de mis derechos para percibir prestaciones por desempleo y consultar con un sindicato qué tipo de indemnización me corresponde, a lo que acepta.

7. Cinco minutos después de dejar el hospital me llaman por teléfono y me comunican que me despiden inmediatamente y que me conforme con la indemnización que se me había planteado, pues no estaban dispuestos a aceptar que después de que la empresa había querido hacerme un favor yo fuera a enredar el asunto preguntando a los sindicatos.

8. Días después recibo en mi domicilio un burofax en el que Serunion me comunica el despido, alegando que es un despido procedente y me da una indemnización mucho menor de la que se me ofreció inicialmente.

9.La indemnización conforme a lo estipulado es de 20 días por año trabajado, pero se incumplen los artículos 51.2 del estatuto de trabajadores, en el que se recoge la obligatoriedad de un periodo de consultas con los representantes legales de los trabajadores, ignorado por la empresa, y el artículo 53.1c), en el que se recoge la obligatoriedad de la concesión de un plazo de preaviso de quince días, computado desde la entrega de la comunicación personal al trabajador hasta la extinción del contrato de trabajo.

Quisiera que este documento sirviese de ayuda a todos aquellos trabajadores de esta empresa que puedan ser víctimas de un engaño tal, pues ni más ni menos lo que se estaba persiguiendo en esta negociación era ahorrarse la indemnización por despido sin tener en cuenta que se estaba despidiendo a un trabajador ejemplar, que pese a su enfermedad había aceptado reunirse con ellos (sin estar obligado en modo alguno dado mi estado de salud) y a quien se le ocultaba que el despido que pensaban hacer imposibilitaba de todas formas la futura incorporación a la empresa. Además, ante la posibilidad de que yo como trabajador pensase de modo independiente y necesitara consultar lo que se me proponía, se decide despedirme “inmediatamente” de manera injustificada.

Pero los abusos de Serunión-Elior no acaban aquí. Tras hacerse con la gestión de la cocina del hospital Sagrado Corazón en febrero de 2012, Serunion-Elior empezó a sustituir los contratos de personal según el convenio de sanidad privada por contratos basados en el convenio de hostelería. A los trabajadores se los contrata sólo los días de trabajo, despidiéndolos cuando llegan sus correspondientes descansos o festivos. De esta manera Serunion-Elior puede tener contratados a sustitutos de trabajadores que están de baja laboral por un salario que es la mitad de lo que éstos cobran. Así, ayudantes de cocina y camareras que hacen sustituciones de las vacaciones del personal fijo en el hospital, o que suplen las bajas, no llegan a cobrar 400 euros por el mismo trabajo por el que la persona sustituida cobraba en torno a los 800 euros. La forma que la empresa tiene para hacer esta estratagema contraria a la dignidad de los trabajadores es no cubrir las bajas, pues los nuevos contratados lo son bajo el epígrafe de refuerzo de plantilla y no de sustitución por vacaciones o baja de los trabajadores fijos. Estas prácticas son llevadas a cabo por los responsables de la empresa en Sevilla que quizás con dichas prácticas quieran expresar con total claridad el lema de la empresa: “Nos gusta cuidar a las personas”.

Sevilla 25 de septiembre de 2012.

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