Terror en el hipermercado, mi lista sindical ha desaparecido

Entrevista realizada por Enrique Martín Criado, miembro de ABP


Carmen trabaja desde hace trece años en la sección financiera y de seguros de un hipermercado de capital extranjero con amplia implantación en todo el territorio español. Al poco tiempo de entrar en la empresa «donde comienza con un contrato de 24 horas semanales- es captada para presentarse a las elecciones sindicales por FETICO, un sindicato ya conocido para los seguidores de esta página (ver, p. ej., «El Estado policial en los Grandes Almacenes» o «Café, sonrisas y convenios invisibles»). Varios años en FETICO le sirven para darse cuenta de que este «sindicato» no tiene como fin prioritario defender los derechos de los trabajadores, sino los de la patronal. Carmen se afilia a CCOO y comienza a organizar una candidatura para presentarse a las elecciones sindicales. A partir de entonces, la empresa comienza una campaña de acoso y derribo utilizando todos los medios que se le ocurren.

El reclutamiento para el sindicato amarillo

Cuando Carmen es captada para formar parte de FETICO lo desconocía todo de la legislación laboral. «Pedí un turno de tarde, entonces me engancha una compañera: necesito gente para el sindicato, para FETICO, me interesas tú, tú tienes buen rollo con la gente. Con FETICO, porque es la única opción que hay en grandes almacenes sin problema. Entonces, firmamos la candidatura el 90% sin saber lo que estábamos firmando. Hasta que me encuentro un día que eres un miembro sindical. Sí, sabes lo que es miembro sindical, sin formación ni nada.»

«La manera de engancharte para estar en FETICO es: esto es un sindicato apolítico, simplemente estamos para ayudar a los compañeros, nosotros no nos metemos en partidos» Enganchan a la gente que tampoco tiene ambiciones políticas» gente joven, sin mucha información. Enganchan a mucha gente, y es lo único que hay. Incluso se te favorece. Se favorece a la gente que firma la candidatura de FETICO: aumento de horas [paso de tiempo parcial a completo], suelen estar en mejores puestos, no se te mira igual y el trato suele ser bastante bueno. El 90% de la gente que está en el comité de empresa con FETICO están beneficiados con cualquier pequeña cosa.»

Pequeño paréntesis sobre las condiciones de trabajo

¿Qué es un trato bueno en un hipermercado? ¿Qué son los puestos buenos? Para comprenderlo «y para entender el sistema de castigos y las amenazas que se ciernen sobre aquella gente que se «señale»- es preciso dar un pequeño rodeo por lo que significan las condiciones de trabajo en un hipermercado.

La gente de FETICO que la beneficiaban, ¿cómo era?

El beneficio dentro de un sector que trabaja de lunes a sábado, el beneficio puede ser de lunes a sábado sin turnos partidos, lo que para ti puede ser una tontería, para una persona que está dentro de un sector jodido, cualquier mejora es una mejora.

El turno partido, ¿es muy habitual?

Sí, es muy normal en caja. La cajera que entra, sí, casi el 90%. Entonces un beneficio es echar tu jornada seguida. Un beneficio es estar en un departamento como atención al cliente. Un beneficio es que te pasen a tiempo completo.

¿Hay mucha gente a tiempo parcial?

Un montón. En la línea de caja no hay prácticamente nadie a 40 horas, estamos hablando de cien personas. En bazar pesado, puede haber 3 o 4 como mucho, de unos 30.

¿En caja nadie?

No quieren una cajera a 40 horas. Porque de por sí es un trabajo muy monótono apalancada en una silla, una tía que lleva 40 horas pasando artículos por el escáner a los 10 años está amargada. En textil sí hay gente a 40 horas. Hay más de un 90% de indefinidos en la plantilla, pero a 20 horas la mayoría. Todo el mundo firma 20 horas a la semana para hacerse indefinidos, pero cuando tú tienes que pagar algo con ese sueldo»
«El beneficio para la persona que está jodida, tú te comparas con lo tuyo, dentro de lo tuyo, cualquier pequeño cambio dentro de un sector como es comercio, las cajas terminan a las once y cuarto de la noche, si te vas a las nueve ya eres la reina, es que estamos en un sector muy jodido, cualquier beneficio» Por ejemplo, cualquier persona que se le muera su madre, a lo mejor tiene tres días, por estar en FETICO te dan más o no lo justificas igual.»

«¿Tú sabes lo que es estar en una caja? Sólo pasar cosas por el escáner, hola, hola, y ya está. Es todo lo mismo. Cuando han pasado 15 minutos te crees que han pasado dos horas. Una jornada de 7 horas en la caja, eso es mortal. Yo estoy en un departamento que charlas con la gente, te puedes levantar, haces cosas distintas. Pero en una caja parada, entonces si la caja no tiene ventas, te dicen «recoge las cestas», recoger las cestas es poder hablar con otra cajera, o te encuentras con un vecino, te mueves. Así que un castigo es no dejar levantarte nunca de la caja. Que no hay nadie en la tienda y tú estés todo el día en la caja, eso es que estás castigada.»

«Siete horas pasando artículos es un trabajo horroroso. Si tú dices, estoy en panadería, en charcutería, en pescadería, estás cortando pescado, tienes que montar la encimera» Pero en la caja no hay nada, tu capacidad de decidir es cero, no decides nada, no decides si te meas, no decides si tienes hambre, deciden cuando comes, deciden cuando meas, tú puedes decir «que me estoy meando», y ya habrá tiempo para darte el servicio, igual no meas en toda la mañana. Tú no decides la hora de desayunar, te van a dar el desayuno cuando se pueda dar el desayuno, por tanto no puedes desayunar con un grupo de personas, ellos pueden decidir perfectamente que la merienda sea a las diez de la noche o que sea a las siete, y a lo mejor te quieres ir con la compañera que está al lado y no te puedes ir juntas. La caja es lo peor, es lo más aburrido, lo más monótono. Una persona que ha estado en otro departamento, donde tiene una relación con el cliente, porque el cliente puede ser jodido, y hay clientes horrorosos, pero de cinco horrorosos hay 55 que bien y hablas y tal, a pasar a un sitio en el que el cliente el trato que le da a la cajera es cero, porque el cliente parece que pasa por la caja y la chavala no existe, es una sensación» «¿cuánto es?, adiós». Y el mismo cliente en un departamento como el mío, te hace un comentario» Y una persona que ha estado en un departamento donde ha tenido esa relación de repente, por apuntarse a CCOO, le castigan en la caja, y encima te pongo en la caja 33 o en la 1, al lado de la puerta, donde no paran de llegar clientes, donde en invierno te entra todo el frío y en verano todo el calor.»

Aprendizaje, desilusión, ascenso y huida del sindicato amarillo

«Yo me llevé unos años en FETICO sin hacer prácticamente nada, solucionando pequeños problemas, cosas de horarios » Entonces te haces un poquito de afinidad con la gente. Pero empiezas a querer ahondar un poco más, empiezas a ir por temas un poco políticos, el tema de la mujer, estaba la guerra de Irak, empecé: «¿por qué no nos pronunciamos que no estamos de acuerdo?» «Es que eso es político, es que eso ya no va con nosotros»». Hubo otra concentración cuando el decretazo, yo dije: «vamos a hacer un paro», y ellos «Nosotros no tenemos nada que ver, porque esto es un problema político»».  Entonces, al que era responsable  le dije: «Eduardo, esto se me queda corto». Todo lo que se ponía en los tablones debía pasar por el filtro de la empresa, no se podía publicar nada» Yo era la que redactaba las actas, cuando yo las redactaba era muy crítica, yo suelo ser muy irónica, y me las corregían.»
«¿Cuándo comienza el problema con esta gente? Cuando tú empiezas a demandar una información que es más de la que ellos te quieren dar. En el momento que tú te señalas un poquito: oye, y esto ¿por qué?, ¿y por qué no puedo»?» ¿y esto se puede denunciar? Entonces ya hay una persona por encima tuya que te para: no se puede denunciar, tal. Incluso que habla con la empresa para que no se llegue a denuncias.»

«Todo eso me genera una desilusión muy grande, me peleo con uno de los responsables de FETICO y me quito. A los 9 o 10 meses me viene a buscar un responsable de FETICO, que me pregunta cuál es mi problema. Digo: «mira, demando información, quiero información y quiero libertad para denunciar. No quiero que tú me tengas que decir lo que he de denunciar.» Me dio mano libre y me hizo responsable del centro. Ser responsable del centro significa que la relación con la empresa es más grande, y tienes bastante más información. Ahí es donde me di cuenta de lo que es FETICO, es un pacto empresa-sindicato total. Presencié comidas en las que se pactaba lo que se iba a denunciar, en las que se pedían nombres de gente con probabilidades de formar candidaturas de CCOO o UGT, los delegados de FETICO daban nombres a los recursos humanos para que se les hiciera un seguimiento, por estar afiliado al PSOE, o simplemente por no estar no afiliado a FETICO. Suelen tener una afiliación de hasta el 99% de la plantilla, controlado por los de recursos humanos, todo el mundo está afiliado por nómina. Entonces todo el que se desmarca de ese pago es un rebelde, y si encima tiene don de gentes, pues» Entonces ahí me di cuenta.

¿Hasta entonces no sospechabas que era un sindicato amarillo?

Sí sospechaba que era un sindicato amarillo. Además nosotros nos reíamos porque decíamos: hay que ver» Pero bueno, yo cuando hablaba con gente de CCOO, porque me relacionaba con gente de CCOO, les decía: «es que ustedes no vais, es que ustedes estáis criticando pero nadie va, y la única manera que tengo de acceder a algo sindical es FETICO». La gente de CCOO me decía: «es que no nos dejan entrar». Yo no me lo creía, ¡inocente! Empiezo a tener contactos con gente de CCOO e información, y llega un momento que ya me sentía avergonzada de estar en reuniones con gente así: todo pactado. Cuando se denunciaban cosas era porque estaba pactado que se iba a denunciar, cosas secundarias. Eso le servía a FETICO para presentarse ante los trabajadores como un sindicato que pone denuncias.»

«Lo importante para ellos era el seguimiento de la gente. Fulanito, que está en frutas, ese no está afiliado, y ese chaval cada vez que me acerco a él, me pone mala cara. Entonces el jefe de recursos humanos del centro apuntaba el nombre de ese chaval para tener un control. Hacen también mucho hincapié en los jefes.»

«En una reunión se me pide que dé nombres de compañeros míos, y me nombra gente. Yo me negué, dije que yo me negaba a dar nombres, que yo creía en la libertad sindical y que si alguien quería estar en una candidatura de CCOO o de UGT yo no iba a decir nunca el nombre de una persona. En aquella reunión ya me tacharon de: «tú no eres de las nuestras». Ya los jefes de recursos humanos a mí me tenían un poquito, como que no les cuadraba dentro de lo que es FETICO, o me decían que yo pedía más de lo que me iban a dar, y FETICO me tenía que enseñar a pedir solamente lo que ellos pudieran darme, a no generar en los trabajadores expectativas, que para eso estaba mi sindicato, para no crear expectativas. Por ejemplo, las madres, las guardas legales por maternidad, pues no ir yo animando a la gente a pedir turnos de mañana, sino hacerle un poco la labor a la empresa. Ellos entienden que tu jornada es dentro de tu turno, si es de mañana, por la mañana, si es por la tarde, por la tarde. La ley está ya dando turnos de mañana, y de lunes a viernes. Entonces ellos quieren que si una persona me dice «Carmen, yo quiero un turno de mañana», yo le tengo que decir: «no, no, tú tienes que pedir tu horario dentro de tu turno de mañana o de tu turno de tarde». Si yo le digo: «bueno, tienes una opción que es denunciar a la empresa» eso no lo ven. Ellos utilizan a FETICO para hacerle la labor: esto es lo que te corresponde y ya de antemano te dicen lo que no te corresponde para que no se lo demandes a la empresa. Yo no conozco ningún caso de un abogado de FETICO que haya puesto una demanda por guarda legal, no conozco ningún abogado que haya llevado a juicio un despido»

«Me señalé con ellos de una manera brutal. Entonces empiezo ya» que no. Tuve una alternativa, que era dejarlo. A mí esto no me gusta. No afiliábamos. Ya empiezan desde FETICO a darse cuenta, que no había una labor sindical, que no afiliábamos. Ya Dos Hermanas se señala.»

«Responsable del centro es la persona que va a las reuniones de la provincia. La responsable le habla a los compañeros: ¿qué problemas tenemos? Hay un problema en oficina, o en tal lado. En esas reuniones, que eran todos los comités de empresa de toda Sevilla, que era todo FETICO, ahí es donde piden los nombres de posibles candidaturas a otros sindicatos, y donde la empresa dice a boca llena que para que entren otros, los quieren a ellos. Pactan: si tengo a cinco personas que han pedido un complemento de nivel, dámelo, porque vienen las elecciones. A mi me parecía brutal, todo controlado. Entonces empecé a sondear Dos Hermanas, y me arriesgué. Hablé con Rafa Domínguez, quiero montar una candidatura de CCOO. Y me dijo en aquella época: «no digas nada, porque te van a dar por todos lados». «Yo no, yo no, ¿qué me van a dar por todos lados?, no, no, esta empresa no. Nunca me pensaba lo que nos pasó.

Después de haber ido a esas reuniones, ¿no creías?»

Sí, sí, yo ya empecé un poquito tal, FETICO me quiso comer la cabeza, me di de baja de FETICO, me empezó a preguntar que qué quería yo para seguir, les dije que yo no quería nada. ¿Qué pasa? Que ya fue muy descarado. Porque simplemente el hecho de sondear para hacer candidaturas, ya la gente lo cuenta.

Yo te quería decir: tú habías visto las prácticas de la empresa en las reuniones, Rafa te dijo que te vas a meter en un montón de problemas.

Claro. Yo sí veía lo que la empresa era, pero nunca lo vi traducido en un seguimiento. Sí, yo he escuchado dar nombres de personas, pero no pensé que lo fueran a llevar a cabo, de verdad. En ese aspecto le di un voto de confianza a la empresa. Yo pensé que me iban a molestar, pero no, no, no fue ni la mitad de lo que luego pasó.»

Libertad sindical

Carmen comienza a organizar la candidatura de CCOO «a escondidas». Tarea vana cuando la empresa tiene organizado todo un sistema de recompensas a la delación.

«Bueno, esto fue ya vox populi. Le dije a Rafa: esto ya es descarado, y me parece una tontería que estemos tapándonos, cuando lo que nos conviene es trabajar con CCOO, que la gente conozca que vamos a entrar con CCOO. Y dimos el paso: CCOO manda un escrito «ya se sabía-. Y en el momento que nos presentamos ante la empresa como CCOO, ya empezó un seguimiento. Fueron meses antes de las elecciones. Cuando damos el paso, se vienen conmigo tres compañeras de FETICO y empezamos a hacer labor sindical. Entonces empieza la persecución brutal. Seguimiento de seguridad, no nos dejaban levantarnos de nuestros puestos de trabajo, a una compañera que estaba de cara al público la encierran en un departamento a contar dinero. La gente no se paraba a hablar con nosotros porque tu jefe te reñía, los jefes en el momento que empezaba a hablar con un compañero, como nos siguen con las cámaras, en el momento tenías al jefe porque todo era chivatazo que estaban los de CCOO, con lo que no podíamos hablar con nadie. Si yo ahora me levanto porque voy a hablar con un vendedor, porque estoy en un departamento que tengo que hablar con los vendedores o tengo que ir a caja central a una devolución, mi movimiento era una pasada, si yo me movía tenía tres jefes detrás de mí, en plan descarado. Eso genera que hay compañeros que te dejan de hablar, o te hablan menos. Si vas a merendar, ves que la gente no se sienta contigo. Generaron un miedo impresionante en el centro, la gente de CCOO era la peste.»

El censo electoral del hipermercado está dividido en dos «colegios». El primero, de «técnicos», reúne a todos los mandos y a las cajeras: tiene cinco representantes en el comité de empresa. El segundo, de «especialistas», agrupa al resto del personal y cuenta con cuatro representantes en el comité de empresa. Esta manera de dividir el censo le permite a la empresa «perdón, al sindicato FETICO- controlar el comité de empresa aunque sólo controle a los mandos «tarea evidente- y a las cajeras «que forman un colectivo con mucha menor capacidad de resistencia que el de «especialistas»-.

«Es muy difícil montar una candidatura en el colegio de técnicos, es casi imposible, a nosotros nos ha costado muchísimo. Si tú tienes cinco en el colegio de técnicos, y cuatro en el de especialistas, si hay una candidatura de UGT, nunca vas a sacar la mayoría, porque yo tengo la mayoría controlada al tener la representación de técnicos.»

«¿Qué pasa con las cajeras? Que no quieren saber nada de tema sindical. Son mujeres, con cargas familiares y no quieren problemas. Miedo absoluto a cualquier cosa, y FETICO no tiene problema, además están los mandos, que están controlados por la empresa. En el otro colegio, son perecederos, las frutas, la gente que se levanta a las seis de la mañana, y es gente más conflictiva, más reivindicativa, más vieja. Se concentra el mayor número de indefinidos. Ellos lo hacen de forma que el colegio de técnicos siempre sea mayor que el de especialistas. Si se presenta una candidatura de CCOO o UGT, es muy difícil que pueda presentar candidatura en el colegio de técnicos.»

En esta coyuntura, Carmen y sus compañeras comienzan a buscar candidatas para el comité de empresa.

«En aquel momento la gente vieja que te conoce, te firma la candidatura sin problemas: «Oye, me voy a presentar por CCOO, necesito una serie de gente que me respalde.» La gente: «sí, Carmen, tú me caes bien, tú me has arreglado problemas, ¿te vas a CCOO? Sin problemas te firmo». La gente firmaba sin problemas la candidatura. ¿Cómo llegaba a oídos de la empresa que esas personas te habían firmado? Porque alguien que se había acercado, que se hacía pasar por amistad mía, se enteraba de la gente que me iba firmando.

En otras empresas he visto que lo que se hace es que los que firman no saben quiénes son los otros de la lista

«Exactamente. Fuimos muy tontos. Ahí hemos pecado»

«La gente firmaba sin problemas: «Carmen, esto ¿qué significa?». Yo se lo explicaba, «yo tengo que presentarlo con cinco personas», «es que no quiero ser del comité», «bueno, yo te pongo la última en la lista». La gente te firmaba, pero me firmaba por afinidad, porque yo le había arreglado un problema, porque un día le hice un favor» Toda esa gente se fue. Nos tiraron la candidatura por lo menos cuatro o cinco veces, pues veintitantas personas. Se enteraban de la gente que firmaba candidaturas, hubo infiltrados. Se llamaba a la gente a su casa, se hacían reuniones con ellas: «os ponéis en contra de la empresa, os van a echar, ¿por qué te has metido en esto?». A los dos o tres días, «Carmen, que me quites», «pero, ¿qué te ha pasado?» «que no, Carmen, que me han llamado, que qué estoy haciendo, que estoy poniéndome en contra de la empresa, que no me busque problemas, que voy a tener otro niño y ahora me van a quitar de la oficina» «Pues, bueno, te quito». Otra» El 90% de la gente que me ha llamado, ha llorado, porque por un lado se sentían mal por quitarse y a la vez con miedo, mucho miedo, han metido mucho miedo. Un día se me quitaron cinco del tirón. En el otro colegio no tuve ese problema, porque son gente más mayor, más curtida trabajando, esa gente se mantuvo, no hubo tanta presión. Entre la misma gente se mantenían unos a otros. En mi colegio no, aquí había pánico generalizado. Les llegaban y les decían a las cajeras que iban a grabar las votaciones, que la que votara a CCOO no se le iba a renovar nunca, no se le iba a llamar a ningún centro comercial» En esas condiciones, no puedes obligar a nadie a mantenerse en la candidatura.»

«Aquí se establece un miedo tan generalizado, que era pánico, era una cosa de verte sola merendando, de decir, no se acerca nadie a mí. De gente decirte: Carmen, te voy a votar, pero no te acerques más a mí, no me busques, no me generes más problemas. Era impresionante. Además la gente que lo hacía por inocencia, que firmaba: «no, a mí no me da miedo», le decíamos «mira, te van a presionar, te van a decir esto, lo otro, pero bueno, tú mantente que no va a pasar nada», yo no sé lo que les decían pero a los cinco minutos venían llorando y «no quiero problemas, no quiero problemas, no quiero problemas»

¿Qué les decían?

Con el tiempo me he enterado de cosas: «¿dónde te vas a meter? CCOO es un sindicato follonero que está en contra de la empresa, te van a despedir, si quieres un turno no te lo van a dar, si estás en un puesto medio en condiciones te van a pasar a caja». Señalarte.»

«Yo he pecado de inocente, primero por hacer las listas abiertas, segundo porque yo he confiado en gente que han sido «entre comillas- amigas mías o conocidas mías. Nos conocemos todas desde hace mucho tiempo y a mí me ha traicionado gente muy cercana a  mi. Las coordinadoras estaban todas en FETICO, entonces una persona que lleva trece años contigo, que días antes de decirle que te vas a pasar a CCOO eran amigas, esa misma gente utilizó esa amistad para apuñalarme por detrás. Hubo mucha gente infiltrada y chivata. Ellos sabían todos mis movimientos, con quien hablaba. También sabían quién me iba a firmar por amistad. Y fueron a por toda la gente que había firmado, a todas las tiraron. Con las dos que nos presentamos fuerte se mantuvieron tres más. La empresa, llamándolas por teléfono constantemente, dos embarazadas y una en oficina. A la de oficina no la insistieron tanto, ella no le dio tanta importancia, no se sintió tan amenazada; sí la llamaron, pero creo que es una tía que lo asumió muy bien y no se sintió tan presionada. Pero las otras dos compañeras estaban embarazadas, una con un embarazo de alto riesgo de ocho meses. Una de ellas nos firmó el último día, y nos firmó como diciendo: tengo tanto miedo, que voy a firmar por demostrarme a mi misma que esta gente no pueden conmigo, por cojones. Ellos no contaban con que íbamos a presentar candidatura; la presentamos el último día. Cuando la presentamos, los jefes las empezaron a llamar por teléfono: «tómate un café conmigo, porque están pasando muchas cosas, se han falsificado firmas, CCOO ha presionado a gente».

La última treta y el triunfo de CCOO

«Llegamos a la presentación de las candidaturas y nos dicen que FETICO ha puesto una denuncia, que las firmas están falsificadas. Ellos saben que eso genera confusión en la gente, que la gente dice: «yo ya, una cosa es que te firme, y otra estar aquí»». Era mi colegio el que me querían tirar, porque era el que daba la mayoría; además si yo no salía se quitaban a la cabecilla, ellos se han empeñado porque les ha sentado muy mal, para ellos yo les he traicionado. Entonces fueron a por mí con todo. Se empeñaron mucho en mi colegio, el otro colegio no lo tocaron, la gente que firmó la candidatura de especialistas, salvo uno que la empresa le quiso un poquito como: «Oye, ¿qué has hecho?».

«Yo no sé las horas que nos llevamos en el centro intentando convencer a la empresa de que las firmas no estaban falsificadas y buscando una solución sin hacer que esas chavalas tuvieran que venir. Primera solución: que se ratifiquen de manera telefónica, con un manos libres, voz en alto: soy menganita, y he decidido voluntariamente presentarme en la candidatura de CCOO. Llamamos a las tres compañeras: «oye, que esta gente dice que hemos falsificado vuestra firma», la gente hasta el coño, «entonces, ¿qué hago, Carmen?» «Mira, te van a llamar, tú tienes que decir, con tu DNI, que voluntariamente has aceptado la candidatura de CCOO sin ninguna presión». Hablamos con las tres personas, conseguimos que se ratifiquen y le decimos a la empresa: «vale, aceptamos esa propuesta, la gente va a hablar en manos libres delante de la mesa electoral y se va a ratificar». Y la empresa nos responde: «Nos lo vamos a pensar ahora». Nos tienen una hora y media esperando y nos dicen que ya no, que eso no vale, que se tienen que ratificar en persona. Todo esto con un abogado de CCOO delante. Dice el abogado que no, que se niega, que impugnamos las elecciones pero que no se va a hacer a nadie ir a la empresa, además en las condiciones que estaban, dos embarazadas, una de baja por problemas de espalda. Y que no, que no, que no y que no. CCOO propone que fuera un notario a las casas. «Nos lo vamos a pensar». Otra hora y media esperando: «No». Y obligan a la gente que se ratifique en persona. Eso llega un momento que digo: yo paso, no me presento, pierdo las elecciones, se impugna» Ya teníamos mucho miedo, porque decías: a una persona que me está haciendo un favor, yo ya no puedo molestarle tanto, es que esto llega un momento que no merece la pena. Pero en el último esfuerzo, conseguimos que las chavalas vengan a ratificarse. Y se ratifican. Vienen con los maridos, porque los maridos: «mira, yo voy contigo, porque te han llamado por teléfono todo el embarazo, todo el embarazo llorando amenazada con que te van a presionar, que te van a hacer esto». Pero ahí no quedó la cosa: los de CCOO tuvimos que custodiarlas a ratificarse a la mesa electoral porque las estaban esperando en la puerta, la jefa de personal, para presionarlas en el camino a la mesa electoral. Viene la gente de CCOO de hostelería, quedamos con ellas a una hora concreta y las acompañamos hasta la mesa para que no se acerquen a ellas. Aquello fue un número. Se ratifican. Incluso una de ellas les llega a decir: «mira, yo siempre he firmado la candidatura con FETICO y nunca he tenido problemas, nunca se me ha molestado como se me ha molestado aquí». Nos presentamos y sacamos mayoría. Yo creo que la gente ya nos votó por lástima, aquello fue tan fuerte que la gente cuando veía la injusticia» Porque una cosa es que tú no opines o que no te acerques a un sindicato, pero aquello fue una pasada, yo no me podía acercar a nadie» Y ganamos

¿No os lo esperabais?

Sabíamos que teníamos respaldo, además, teníamos el voto muy controlado, pero la manipulación que se hizo fue impresionante, los meses antes de las elecciones todo lo que pedía FETICO se le daba, y a fin de cuentas un trabajador sin ideales políticos, sin ideales sindicales, tú le aumentas el contrato a 40 horas y te vota a ti. Fue descarado el favoritismo. Gente que llevaba años pidiendo el paso de contrato parcial a completo pasaban ahora a tiempo completo. Entonces FETICO hacía cosas y CCOO no, y tú le tenías que explicar a la gente que no es que CCOO no hiciera cosas, es que CCOO no podía sentarse con la jefa de recursos humanos porque nos negaba sentarnos con ella, nos echaba del despacho. Y ese mensaje le llega a unas personas y otras dicen: no, no me lo creo, es que FETICO realmente sí hace y tú no. ¿Qué pasó? Que al final a la gente le llegó el mensaje de que no es que no hiciéramos, es que no nos dejaban. ¿Por qué? Porque veían a FETICO reunida con la empresa horas y horas, y gente que presenció cómo nos echaban del despacho, que no entrara CCOO. La gente sí veía muchas injusticias, pero tampoco sabíamos la reacción que iban a tener, porque en el sentido sindical pasan. Se hizo indefinida a gente que iba en la candidatura de FETICO, si iban 15, 9 se hicieron indefinidas, fueron a puestos mejores, porque la caja es muy monótona, es muy aburrida, el premio era que todo FETICO estaba en atención al cliente y la gente que firmó la candidatura de CCOO cuando se incorporó tras la baja maternal fue castigada a caja.»

Represión postelectoral

¿Estaban en otros lados?

En atención al cliente, y las castigaron y las pasaron a caja. Hemos conseguido que una de ellas vuelva a atención al cliente, tras un año y medio pidiéndolo. Después de las elecciones, de mi colegio una chica, muy bien mirada cuando estaba en FETICO, una chica mona, alegre, en atención al cliente, y cuando se pasa conmigo a CCOO, dos días antes de dar el paso oficial, que ya sabían que iba por CCOO, la meten en un sitio cerrado, custodiado, con cámara, donde se cuenta el dinero, sin explicaciones, y no vuelve a salir más de cara al público. ¿Por qué? Porque si estás de cara al público en unas elecciones haces campaña. Yo estoy con gente, yo estoy en un departamento que la gente viene a afiliarse allí. A mí no me podían quitar porque ya sería muy descarado, pero a ella la quitaron, porque en atención al cliente es la que dice a las niñas a qué caja van, cuando les corresponde la merienda, entonces si yo mientras te adjudico la merienda te digo vótame» pues la quitaron. Y ella lo llevó muy mal. Porque pasaron las elecciones y se iba a poner una tutela por vulneración de los derechos fundamentales, nos comían la cabeza, bajaba gente de CCOO de Madrid, para normalizar el tema, decían que las cosas iban a cambiar, que la empresa ya asumía que CCOO estaba ahí.

Nosotras decíamos: vale, para cambiar, que vuelva todo a la normalidad, que estas dos chicas vuelvan a atención al cliente» «Bueno, tal». Nunca volvieron a atención a cliente. Lo llevó muy mal, porque era una persona muy de estar con la gente, el estar encerrada para ella» Y pidió la cuenta. Llegó a un acuerdo con la empresa. Se fue ella, se fue también una chica de textil, que había firmado la candidatura y tuvo muchos problemas. Ella tenía problemas de espalda y estaba en probadores; allí se suele poner a gente con problemas para cargar peso, con hernia de disco» porque en probadores alternas posturas sentadas con posturas de pie y la manipulación de carga es controlada. A esta chavala la empiezan a mandar a cargar, a cargar, a cargar» Le da un tirón en la espalda cargando peso y se da de baja. Ella quiere que sea baja laboral y no la consideran baja laboral, cuando ella presenta un informe del médico de la empresa que dice que la empresa es conocedora de que esta trabajadora tiene problemas de espalda y se la está haciendo trabajar con sobrecarga. La médico le había estado haciendo un seguimiento diario, claro la chavala sube, se encuentra mal, además una chavala muy delgada, con muy mala cara, subía y la médico le hacía un seguimiento.

Cuando le dice: «mira, yo estoy en probadores y me traen los palés de camisas, de cosas y esto me está afectando», la médica le hace un informe para que le den la baja, donde dice que le recomienda la baja porque en el puesto donde está se deberían mantener unos mínimos» Fue un número, porque la jefa de personal le quiso quitar el papel, se anduvieron con las manos» A la médica de empresa la empiezan a presionar hasta que la echan, no sólo por ese tema. El médico de la empresa es una subcontrata, no es del hipermercado. Hubo otra cosa, que la médica dijo que había unos guantes de látex que producían alergia a los trabajadores. Fue una médica un poquito polémica allí. La médica desapareció de allí, la mandaron a otro lado porque se había pronunciado en contra de la empresa. Entonces la chavala de probadores estuvo mucho tiempo de baja, conseguimos que el inspector reconociera que tenía un problema de salud, y que la empresa tiene que vigilar la salud de sus trabajadoras cuando es conocedora de que tiene un problema, y la animó a denunciar ese tema. Cuando lo denuncian, la chavala se agobia porque no quiere volver. La gente tiene pánico de volver al hipermercado porque a ver qué me voy a encontrar. Y negocian. Negocian 21 días por año; se han ido tres personas de la candidatura. ¿Qué pasa? Que en mi colegio queda un puesto para subir. Si yo te voy tirando gente, llegará un momento a lo mejor que perdáis la mayoría.

O sea, estas personas estaban en el comité de empresa

Sí, una en el colegio de técnicos, otra en el de especialistas. En el de especialistas no tengo problema porque me subía la gente sin problema. Pero en mi colegio, tocan a la más débil. Lo último ha sido hace cinco meses, lo último gordo que hemos tenido con la empresa, que ha conseguido que una de mis candidatas renuncie a ser representante a cambio de cambiarle el horario. Tocan a una persona que tiene dos niños chicos, se agobia con los horarios y le proponen un horario: te doy un horario, pero te quitas de la candidatura. Entonces me firma la renuncia de CCOO. Eso ha sido para que nunca suba mi lista. Esto ha sido lo último gordo que nos han hecho. Todavía seguimos teniendo mayoría porque el voto del presidente tiene un voto de calidad y sería un voto más. Normalmente no trabajamos como comité de empresa, no es que tengamos problemas con ellos ahora mismo, con la gente que está allí de FETICO, con los altos cargos sí. Trabajamos como sección sindical.»

«A mí me hicieron un seguimiento de horarios. Me mandaron una carta donde se decía que tenía que presentar en 24 horas lo que había hecho en tres meses, de octubre hasta diciembre, todos los días: dónde había ido, mi horario, si había ido al médico» Y si no, era el despido. Me lo dice la jefa de recursos humanos en aquel momento. Me quedé, digo: «¿qué me estás pidiendo? Yo, ¿cómo me voy a acordar de lo que he hecho?» Y me dijo que eso es lo que había. Cuando salgo, mis compañeros: ¿qué pasa, Carmen? ¿qué te ha pasado? Claro, porque con todo lo que ha pasado cuando la gente me ve entrando en el despacho con ésta: ¿qué te ha pasado? Yo disimulaba: «Nada, que me han dado una carta». Porque todo esto generaba que la gente pensara: joder, cualquiera se mete en CCOO. Va a costar quitar el miedo en el hiper. Me vengo a CCOO por la tarde, con la incertidumbre vine corriendo sin comer, llamo a mi compañera Pepi, oye, las horas sindicales ¿están justificadas», ya verás cómo se nos ha pasado algo y esta gente nos va a mandar a la puta calle, porque ya llegas a dudar hasta de ti misma, esta gente va a utilizar cualquier cosa, el que haya llegado tarde, cualquier cambio de turno, y me dice el abogado que me niegue, que les mande un escrito donde diga que me especifique qué días quiere que le aclare, que yo no le voy a especificar tres meses. Le escribo la carta, se la doy a la jefa de recursos humanos, y me pide especificar 15 días distintos. Tengo que buscar esos días qué he hecho. Un día he ido al médico, no tengo el justificante, y acojonada, porque» Ellos lo que quieren es que llegue un momento en que tengamos miedo hasta de movernos, y yo me niego a guardar todos los papeles, claro, faltaban papeles de los médicos, las horas sindicales sí estaban controladas porque las justificamos por fax. Entre todo el mundo buscando información a ver lo que hice cada día. Al final lo conseguimos, lo demostré, y le pedí a la jefa de recursos humanos que quería una contestación, diciéndole «si tú en dos días me ibas a despedir, yo quiero que tú me digas ahora que está justificado esto». No recibía respuesta, y le envié cinco o seis cartas pidiéndolo. Nunca llegó una carta. Todo esto hace que la gente que está a tu alrededor tenga miedo. Yo misma estuve unos meses obsesionándome con los horarios. Ah, sí, después de mucho insistir me llegó una carta. Ahí decía que yo me cambié los horarios sola, que me voy cuando me da la gana, que entro cuando me da la gana, que libro cuando me da la gana, que todo lo hago yo unilateralmente sin el consentimiento de mi jefe y que como siga así me van a echar.»

«Después me dicen que no puedo cambiar turnos entre compañeros si no es con el consentimiento de un jefe. Y a mi jefe le dijeron que no me concediera nada. Y esta persona, que nunca se había metido conmigo, ahora me lo negaba todo. Yo había llegado a unos acuerdos con mis compañeros para cambiarnos los turnos, porque estaba estudiando los martes y jueves inglés en el instituto de idiomas, y la empresa me lo negó. Presenté los documentos de que estaba estudiando, y me dijeron que ni los martes ni los jueves. Mi petición siempre tenía que ser por escrito, no por teléfono, pero a mí nunca me contestaban por escrito. Total, que me llevé meses sin cambiar turnos. Por sistema me lo negaban todo: no podía cambiar el día de librar. Antes, durante mucho tiempo no desayunaba en el trabajo, me cogía el horario seguido sin desayunar porque me convenía salir media hora antes para coger el tren a Sevilla, años me he llevado con ese horario, me lo negaron, ahora estaba obligada a hacer la media hora de desayuno y en vez de salir a las cuatro tenía que salir a las cuatro y media. Esto generó que mis propios compañeros tampoco podían cambiar los turnos, para que no pareciera que era sólo conmigo, y aunque al final se los daban más que mí, se agobiaron y terminaron por no pedir cambios. ¿Qué pasó? «Que si no te hubieras metido en CCOO estaríamos mejor»

O sea, castigó a todo el departamento para ser igualitario

Castigó a todo el departamento. A mí me negaban más cosas que a ellos. Nos puteaban las vacaciones, nos impusieron las vacaciones, nos enteramos que en otros sitios se podían decidir por acuerdo entre trabajadores, llegamos a un acuerdo, nos dividimos los turnos de vacaciones, nos lo negaron todo.

¿No hay nada en convenio sobre vacaciones?

No, no hay nada, ni cuando empieza ni cuando acaba. Les propusimos muchas cosas, nos lo negaban todo por sistema y nos dijeron que no se nos ocurriera llamar a otro centro. Llamamos, llamé, lo típico: «Hola, me llamo Carmen, estoy en Dos Hermanas, oye, mira, es que estamos liados con el tema de vacaciones, ¿ustedes como lo habéis hecho?» «Ah, pues hemos hecho así, hemos decidido en vez de 21 días coger 15 y luego una semana suelta». Nos lo negó. Llamé a otro centro: «¿habéis tenido problemas?», «no, no», «pero, ¿os podéis pisar?», «sí, mira, yo me piso una semana con otro compañero». A nosotros nos negó la posibilidad de pisarnos, si no me piso quiere decir que hay una persona que se jode septiembre o se jode junio. Nos lo negó. Durante más de un año hemos estado todos puteados con las vacaciones.

¿Cuántos eráis?

En estos momentos éramos cinco. Esta gente también me firmó la candidatura y también se echaron atrás. Estuvo mi jefe tomando desayunos con ellos. Te cuento, mis compañeros, yo me sentía mal porque claro. Yo cuando hablaba con CCOO a nivel de Madrid me decían: esto va a cambiar. Yo decía: ya no es que me puteéis a mí, es que estáis puteando a mis compañeros y yo me siento mal. Es que este sinvivir de yo sentirme mal porque yo estoy jodiendo a otra gente. Nunca he tenido muchos problemas, la verdad es que ha sido gente que para haber estado jodidos por mi culpa nunca me han echado nada en cara. Hubo algún conato de alguna de decir «Si no te hubieras metido Carmen, no estaríamos así», pero al momento, «Carmen, perdóname, yo no lo decía por ti». De momento, me pedían perdón, y la verdad que hemos estado jodidos, por ejemplo J., su novia estaba en Málaga, los lunes le convenía entrar de tarde, yo le cambiaba el turno, y también se lo negaron. Claro, si me lo negaban a mí» A él le aceptaban más cosas, pero entre que te contestaban o no, y te contestaban por teléfono, si te quieren echar» A mí me exigían que lo pidiera por escrito, pero no me contestaban por escrito, le decían a otro: dile a Carmen que sí, que le concedo un cambio, entre los múltiples que tenía. Pero yo no podía demostrarlo, él luego podría negarlo. Entonces llegó un momento, venía corriendo por la SE-30, por allí un día llego a las 9:30 y otro a las 9:45, normalmente lo voy compensando, un día entro un cuarto de hora antes, nunca habíamos tenido problemas. Pero ahora» Me obsesioné con el tema de los horarios, me obsesioné de una manera impresionante, no merendaba a gusto, picaba» Y hubo un momento que dije: que le den por culo, el día que me quieran echar que me echen, que me busquen la excusa, si lo puedo ganar lo gano y si no, que me echen, no quiero vivir con el miedo éste»

Yo no puedo estar justificando un cambio de puesto, justificando un cambio de turno, no puedo estar firmando todo lo que haga» Yo estoy vendida. Y encima trabajo en un departamento conflictivo, en que hacemos seguros, donde cualquier cliente se puede sentir rebotado porque crea que le has engañado con un seguro, el abanico de posibilidades para buscar cualquier cosa para echarme puede ser el que quieran, entonces» llegué un momento en que, la verdad, me agobié bastante » Y ahora paso, si quiero cambiar el turno lo cambio, porque los primeros meses: «hola, me llamo tal, he cambiado el turno, mi horario es tal»» y tenerlo archivado en una carpeta» Además, cualquier cliente que diga que le has atendido mal, ya en su momento me dijeron que había un cliente que quería poner una reclamación, y era mentira. La cosa no fue más allá, pero esos días el miedo… Una compañera me respaldó y dijo que eso era mentira, que si el cliente decía que le había atendido mal, que ella iba a declarar que no, que era mentira. Eso es una trampa, eso es para ver si te pones nerviosa»

Vuelta a la «normalidad»

«Ahora está más tranquilo. Cambiaron la jefa de recursos humanos que había en aquel momento, la cambiaron a petición de CCOO, porque yo le dije al director que si vuelve esta persona, esto es la guerra. Yo si soy capaz de olvidar lo que ha pasado, la condición que pongo es que esta persona no vuelva a este centro. Porque yo me niego a sentarme con esa persona que me ha hecho las cosas que me ha hecho. Ahora esa persona está en San Juan de Aznalfarache. Y ha sido una de las concesiones que me ha hecho»

Te querrán mucho en San Juan

Pero ahora en San Juan una que estaba en UGT se ha pasado a CCOO y la persigue allí» Muy mala persona, de hecho tiene una denuncia por mobbing de un jefe, y le ha ganado a ella y a otro director. Mira, la empresa ha hecho una serie de movimientos, no de castigo, porque no los ha castigado, pero los ha alejado del entorno conflictivo que es CCOO. Es que esta mujer si vuelve a Dos Hermanas es la guerra. La guerra quiere decir que no va a haber mediación, yo veo algo mal, lo denuncio y punto.»

«Como comité de empresa es muy difícil trabajar con el otro sindicato, llegar a acuerdos, y la empresa no llega a ningún acuerdo mientras CCOO sea mayoría. Entonces como comité de empresa no queremos trabajar porque la empresa no negocia, porque ello supondría que nosotros saliéramos beneficiados de cara a la gente. Trabajamos como sección sindical: a denunciar, a poner un juicio, fulanito tiene un problema y» Ha costado mucho que la gente quisiera que habláramos por ellos, gente afiliada a CCOO que ha subido con gente de FETICO a hablar con la empresa.

¿No saben que está afiliada a CCOO?

A CCOO no, lo puedes hacer por nómina, pero el 90% lo hace por domiciliación bancaria. Ahora parece que las cosas han empezado un poquito a». También la federación de CCOO y la empresa, ha llegado un momento en que o ponen freno a esto o esto iba a arder. Ellos lo que quieren también de cara a la gente de la calle, y delante de los trabajadores, decir: no pasa nada, aceptamos cualquier ideología y no tenemos ningún problema con ningún sindicato. Ahora estamos en un momento en que» sabemos que nos van a engañar siempre que puedan, pero bueno, estamos poco a poco consiguiendo que la gente se afilie, que a la gente no le importe que subas con ellos a hablar.»

«FETICO tiene el 90% de la plantilla afiliada. Son 5 euros al mes. La gente lo paga, como si fuera el impuesto revolucionario. La mayoría lo pagan, 5 euros todos los meses. Hay gente que está afiliada a CCOO y sigue pagando a FETICO, por no señalarse.»

«Yo me he callado muchas veces la boca, no le he comentado a la gente tantas cosas, porque digo, entonces cuando pasen cuatro años, ¿quién me va a firmar a mi la candidatura, si me ven a mí?» Por eso he hecho siempre un esfuerzo muy grande de no demostrarle a la gente que estoy mal. Ya lo llevo mejor, pero ha habido meses que yo entraba a trabajar y decía: yo me voy de aquí, yo no. Y además, obsesionada, me voy a cualquier lado. Pero he hecho un esfuerzo, a lo mejor la gente te decía: te veo más triste, «no, que estoy bien»». Porque si yo soy la primera que estoy mal, la gente» Pero es difícil, mantenerte es difícil porque no podemos trabajar igual que ellos (FETICO), ahora está mejor, el director quiso hablar un día conmigo, nos pidió perdón, no va a reconocer que nos ha puteado, pero bueno, reconoce que «no ha habido fluidez en las conversaciones». Me preguntó que cómo me sentía, si ahora estaba mejor, yo le dije «mira, ahora me estáis engañando mejor».

«Lo bueno es que, como hay una conexión con muchísima gente diferente, nos enteramos de todo, y en el momento que nos enteramos somos dos lobas subiendo a hablar con recursos humanos, siempre estamos amenazando que vamos a denunciar, y hemos conseguido al final que el jefe de recursos humanos mire mucho lo que nos da a nosotros y lo que les da a ellos, incluso si les va a dar algo para explicarlo, que no nos enfademos. Ahora mismo, parece que con este tío van las cosas medio medio. Por lo menos tenemos información, damos información a la gente
¿La gente se para a leer los tablones?

En Dos Hermanas, cuando hubo la psicosis aquella la gente no se paraba, ahora creo que sí, ahora la gente se para. La verdad es que la gente pasa mucho, es difícil, cuando das un paso de estos, con lo que te cuesta, y cuando ves la gente lo poco consciente que es de sus cosas, muchas veces dices tú, hay gente que le digo: «os merecéis FETICO, teníamos lo que nos merecíamos», porque la gente es muy conformista, no quiere problemas, no quiere señalarse. Y que te cueste a ti tanto a nivel personal, por ejemplo, a mí me convendría pedir un traslado para estar en Macarena, más cerca de mi domicilio, yo sé que estando en FETICO me lo hubieran dado, a mi no me lo van a dar en la puta vida, ellos piensan que yo puedo dejar gente de CCOO en Dos Hermanas y encima puedo ir a montar una candidatura en Macarena» Mi jefe de recursos humanos me bromea, digo «¿me vas a mandar a Macarena?», dice: «sí, hombre, con lo a gusto que tengo yo aquello tranquilo para que vayas tú allí a meter follones». Me acuerdo cuando estaba en FETICO me decían: «Carmen, cuando tu hijo tenga edad para trabajar me traes el currículum que lo meto aquí en cualquier sitio»»

«Nosotros tenemos los tablones, en otros centros nos quitan la información, tanto a CCOO como a UGT. Yo voy, pongo una información que he ganado una sentencia, y tal como me doy la vuelta me la quitan. En mi centro no lo hacen, ni en Montequinto. Pero en Camas y Macarena me lo quitan.»

«Tenemos problemas para entrar en otros centros. Si yo voy a Écija, en teoría voy con mi placa y puedo entrar, y puedo entrar por oficinas, por la parte de atrás. Si tú eres de la calle no puedes entrar ahí. Entonces te tienes que presentar. Tú vas a seguridad, te presentas, me llamo tal y soy de tal sindicato. FETICO y UGT sí pueden entrar, sin problema. Llega CCOO» Dos días antes mandábamos un fax a la empresa, le comunicábamos que tal día estarán ayudando a las labores sindicales Fulanito y Menganito, con DNI  tal y DNI tal. Cuando llegaban las personas de CCOO nos tenían horas esperando en la puerta de seguridad. Nos ponían pegas. Bajaba el director, bajaba la gente de seguridad por todos lados, nos ponían pegas. Rafa amenazaba: vamos a llamar a la policía y van a levantar un acta, porque no nos pueden negar la entrada. ¿Eso qué pasa? Eso te genera un follón, la gente, ¿qué ve? Ve bronca. La gente no quiere bronca. Fue algo muy desagradable. Siempre en constante pelea. Y sé que allí habían entrado los de UGT y de FETICO sin problema.»

«Yo lo que me he quedado con las ganas es que no se les ha hecho nada, ellos han quedado como si no hubieran hecho nada. CCOO, la federación de Madrid ha fallado. Hubiéramos tenido pruebas suficientes para meterles un juicio de tutela por vulneración de derechos fundamentales. Nosotros teníamos ganas de hacerlo, pero bajaba gente de Madrid, reunión con la empresa, todos los gordos de la empresa y todos los gordos del sindicato, «nosotros queremos normalidad, esto no ha pasado nada», «Coño, ¿cómo que no ha pasado nada» Tengo tres personas en caja que estaban en atención al cliente, otra la tengo de baja por depresión con problemas de espalda porque la habéis puteado, mis compañeros tienen miedo, no podemos cambiar los turnos, ¿cómo voy a olvidar»» «No, normalidad, dadnos tiempo». La Federación nos comía la cabeza con «ya esto va a cambiar, si no cambia ponemos la tutela judicial», pero pasa el tiempo y no cambia. Llega un momento que tú ya ni tienes ganas, tienes que estar fresquito, porque un año y medio después no puedes llamar a la gente, porque ya no quiere saber nada de la empresa. Ya la mayoría se han ido y hacerles volver a pasar otra vez por aquello después de todo lo que han pasado, porque la mayoría ya han pasado página.»

En el momento de hacer las listas, ¿qué es lo que más te jodía?

A mí la impotencia. Además, el que la gente no racionalizara el miedo» Yo me quedé delgada, lo mío fue» Primero fue una desilusión porque me traicionó gente en la que yo confiaba, eso me dieron un palo impresionante, y luego que gente que yo cuando estaba en FETICO me había peleado por conseguir horarios o cosas, que no fueran capaces de mantenerse, cuando yo les hablaba y les explicaba: «mira, no les echéis cuenta, es muy difícil que una persona que firme una candidatura le echen, que no va a pasar nada». Ese mensaje que por la tarde me llamaran a mi casa, Carmen, eso fue brutal. Yo creo que me mantuve ya por cojones, pero en aquel momento era entrar en el hipermercado a las 9 de la mañana y estar todo el día ahí metida. Claro, el mensaje le gustaba a la gente, pero luego» Eso es muy frustrante, la verdad. Yo dentro de dos años en elecciones me tengo que buscar un sistema para hacerlo mejor o reviento el hipermercado, yo no salgo pero lo reviento, me niego a pasar lo mismo. Además yo tengo muy claro que si me presento, se lo digo al jefe de recursos humanos y a todo el mundo, que no. Y la desilusión, tremenda, tremenda, gente por la que yo he estado muy detrás que no se ha mantenido. Creo que de las pocas personas que se han mantenido es una amiga mía que se ha mantenido ahí, la han tenido un año en caja y ella no me ha dicho nunca nada. Ella la subieron a personal, le pregunté: «¿a ti te han llamado?», «sí, a mí me han llamado, para que me quitara la candidatura, me han insistido, me han metido miedo y no me quito porque son mis amigas, firmé con FETICO por amistad y firmaré por CCOO  por amistad y además estoy afiliada». Y hoy está en atención al cliente, está de nuevo en su puesto un año y medio después, pero nunca me ha reprochado nada. Las demás, no se han mantenido muchas, entonces es duro, duro, y es muy desilusionante.»

«Esto lo han hecho en Dos Hermanas, pero en Granada tiraron toda la candidatura, toda, uno por uno fueron subiendo amenazándoles, candidaturas de 15 personas, uno por uno renunciaba. Lo impugnó CCOO y ganó la impugnación.

Entrevista realizada por: Enrique Martín Criado, Sevilla septiembre de 2008

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