Apoyo a Mabel, trabajadora despedida por problemas de salud

Entrevista realizada por Noticias Obreras. HOAC


Mabel Lashras (@Mabel12061965), entrevistada (ver más abajo) en Noticias Obreras en abril de 2015 en la sección de Vidas Precarias, ha sido despedida por Carrefour. Es el pago a 26 años de trabajo y de esfuerzos que están en el origen de su lesión en la espalda. Parece ser también el castigo por haber encabezada la lista en la elecciones sindicales.

En la conversación telefónica con el equipo de publicaciones de la HOAC, Mabel ha confesado encontrarse “mal” tras haberse quedado en el paro a una edad “con pocas perspectivas de inserción laboral” pero también “por la actitud de la empresa que no está por la labor de readmitirme”.

En 1997 al caerse de una escalera mientras trabajaba en el centro de El Saler (Valencia) comenzaron sus problemas de espalda. No obstante siguió trabajando con normalidad hasta que a partir de 2014, coincidiendo con el constante cambio de puesto de trabajo, se resintió de sus dolencias. Dos años antes, había decidido encabezar una candidatura sindical por CC.OO., cuyos compañeros la eligieron delegada sindical.

“Desde que empecé a poner escritos y reivindicar que se cumpliera la ley en el centro, aprovechando la reforma laboral del 2012, empezaron a mandarme tareas que no debería realizar por los problemas de espalda, como cargar carritos de tres piezas, atender las cajas cuando más cola había y más cargados estaban los carritos, a recoger carros en el parking”, comenta.

“A la gente de mi edad no la quieren en la empresa, tampoco a los que quieren hacer valer sus derechos y por desgracia, la mutua me ha declarado no apta para el trabajo encomendado”, relata. También se siente perjudicada por las sanidad valenciana, puesto que “con la demora en las listas de espera, todavía no han podido intervenirme. Si me hubieran infiltrado, se me habrían pasado los dolores y no tendría que haber cogido tantas bajas”, aclara.

CC.OO. ha lanzado una campaña de apoyo #CCOOconMabel a la trabajadora y de presión a la empresa para que reconsidere su actitud, a la que se suma el Equipo de Publicaciones de la HOAC. Movilización que agradece la propia Mabel, quien declara que “si me dieran a elegir entre cobrar una indemnización por grande que sea y volver a mi trabajo, mañana mismo volvería a mi empleo”.

Entrevista publicada en Noticias Obreras, número 1570, abril 2015.

Trabajadora en Carrefour:

«He llegado a trabajar 12 días sin descanso»

José Luis Palacios @jlpalas

María Isabel Lasheras, de 49 años de edad, está casada y es madre de un hijo de 13 años. Hace 26 años empezó a trabajar en Continente, ahora Carrefour. Desde que se cayó de una escalera cuando ordenaba una estantería, su salud ya no es la misma. El trabajo sin descanso y la polivalencia en el empleo también le pasan factura.

–¿Cuándo empezó a deteriorarse su salud?

–Me caí de una escalera a la que me había subido para colocar unas cosas. Eso pasó en 1997. Al principio, no noté nada especial, además del dolor. Pero cuando me fui a casa tenía el tobillo hinchado y no podía caminar normal. Fui al médico de la mutua y dijo que se me pasaría. La espalda cada vez me dolía más hasta que un día no me pude levantar de la cama. Tenía una hernia discal. La mutua me mandó a la Seguridad Social para que me operaran. No se reconoció como accidente laboral.

–¿Qué secuelas tiene?

–Me han operado dos veces, pero sigo con dolor. He llegado a estar once meses seguidos de baja. Pero pedí el alta voluntaria por miedo al tribunal de incapacidades. Me reincorporé al trabajo. Estoy a la espera de que la mutua me dé los resultados de la última valoración. He tenido épocas de caer en picado, de no poder dormir, además vivía con ansiedad y tensión. Llegué a ganar 13 kilos por las ansiedad. Estando de baja los perdí pero ahora temo volver a cogerlos.

–¿A qué se debe la tensión?

–Hace años que se implantó la polivalencia en el puesto, lo que quiere decir que te pueden mandar a hacer de todo. Desde que me caí he trabajado en proveedores. Cuidando que los clientes no roben la ropa, «emprendando» las devoluciones y volviéndolas a colocar en su sitio. Pero ahora también me mandan a las cajas. No nos preparan para estar ahí y vas justo cuando hay más agobio. Tienes que resolver todo, las devoluciones, estar atenta para que no te cuelen billetes falsos… Gracias a las demás compañeras, lo sacas adelante.

–¿Cómo le afecta el ritmo de trabajo semanal?

–Nos dan un calendario trimestral. En teoría al año tienes derecho a cuatro domingos libres y a tres lunes y domingos seguidos, para tener dos días de descanso del tirón. Pero no siempre lo cuadran y llegas al último trimestre sin que te los hayan dado… He llegado a trabajar 12 días sin descanso. Ahora abrimos todos los días del año, de lunes a domingo. Normalmente trabajo desde las 9 de la mañana a las 16:00 de la tarde. Pero ya nos han dicho que van a cambiar el horario de modo drástico a dos personas de mi departamento, sin que nos hayan dicho todavía a quiénes les ha tocado.

–De conciliación, ni hablamos…

–La conciliación con la vida familiar aquí es imposible. Mi hijo se está solo en casa desde que sale, a las dos de la tarde hasta que llego a las cuatro. Cuando se ponía enfermo, le tenía que llevar con mi familia, que vive a 50 kilómetros de mí. Desde el 2010 no hemos coincidido mi marido, mi hijo y yo de vacaciones.

–¿Siente que dada su edad no es rentable para su empresa?

–La tensión es constante. A lo mejor para alguien más joven no supone tanto, pero a ciertas edades todo esto se acusa. La gente de mi edad siente que a pesar de todo lo que haya hecho por la empresa, no nos quieren, no les servimos, no nos valoran. Nos quieren fuera.

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