Entre 2010 y 2012, la empresa, Educación Deportiva del Principado, contratista de varios servicios municipales en el área de Deportes, tuvo 158 trabajadores distintos, pero solo uno con contrato indefinido. Ese es uno de los aspectos que destaca la titular del Juzgado de lo Social Número 3 de Oviedo para considerar improcedente el despido de un trabajador que acumuló cuatro contratos seguidos como monitor de las piscinas municipales del parque del Oeste, que la jueza considera«claramente fraudulentos».
Señala en el fallo, que las contrataciones por obra y servicio (la modalidad bajo la que este joven firmó con EDP en cuatro ocasiones) no estaban relacionadas con una «concretata» concesión o prestación de servicio, ya que que EDP gestiona las piscinas del parque del Oeste, pero también los cursos de natación para escolares o las de tiempo libre. Añade que, según testimonios y vidas laborales de otros trabajadores, «no era inusual» que cesasen a finales de julio, para volver a ser llamados del paro, en septiembre. Entiende la jueza que esto hace que la relación contractual sea de fijo discontinuo y no de obra y califica de improcedente el despido.
La misma consideración, explicó el letrado de este empleado, Diego García Diego (Novaley), razona la jueza que podría aplicarse al resto de trabajadores.

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