CC OO ha dado cuenta que el pasado miércoles falleció Juan María Barrenechea, un arrantzale de Ondarroa de 61 años, víctima de un mesotelioma o cáncer de pleura como enfermedad profesional derivada de la exposición al amianto.
Según ha manifestado el sindicato, «desgraciadamente no pudo conocer la sentencia sobre la demanda interpuesta por Mutualia, que torturaba sus últimos días, y que el jueves mismo emitía el Juzgado de lo Social número 10 de Bilbao».
En la misma, el tribunal ratifica el carácter profesional de la enfermedad que padecía Juan María Barrenechea, y que finalmente acababa con su vida, y la incapacidad permanente absoluta, frente a las pretensiones de Mutualia, apoyada por Fraternidad y MC Mutual y las empresas propietarias de los barcos de pesca, ‘Nuevo San Luis’, ‘Beti San Luis’, ‘CB’ y ‘Boga Boga’, que negaban cualquier contacto del arrantzale con el amianto.
La sentencia reconoce que los barcos de pesca construidos entre los años 70 y 90 contenían materiales de amianto en su construcción, y era lógico que tras trabajar durante más de 30 años como marinero en dichos barcos, y siendo el mesotelioma una enfermedad casi exclusiva del amianto, la enfermedad que padecía Barrenechea sea considerada como profesional, teniendo en cuenta además que no hay antecedentes de hábitos de tabaquismo, ni genéticos. La sentencia resuelve que sea responsable de pago el Instituto Social de la Marina y no Mutualia.
CC OO de Euskadi ha reclamado a las mutuas y Seguridad Social que «arreglen sus propios contenciosos, sin torturar a los enfermos terminales con sus demandas judiciales».
Más de 150 muertos
El drama de las muertes por amianto, que desde hace algún tiempo está acaparando la atención de los medios de comunicación tras varias décadas en el ostracismo, ya tiene una cifra maldita. Desde que se tiene constancia, 159 personas han muerto por haber estado en contacto con esta sustancia tóxica, según dio a conocer en el Parlamento Vasco la asociación de afectados. Y la cifra aún no ha logrado su cota máxima de incidencia, por lo que el número de afectados puede ser aún mayor. Más datos: del total de trabajadores expuestos al amianto, 1.471 están en activo en las empresas, 1.645 siguen trabajando pero en otras compañías y 2.433 están jubilados. El tiempo es un factor a tener en cuenta para analizar el abordaje de este asunto ya que este material empezó a utilizarse hace 30 años y, a pesar de haberse prohibido su uso en el Estado español hace diez años, muchas de las empresas que lo usaban han desaparecido, la identificación de la fuente de exposición se complica y muchos trabajadores no tienen posibilidades de reclamar daños y perjuicios. En esos casos, el desamparo es, por lo tanto, total.
El grupo afectado por esta enfermedad laboral y las familias de aquellos que fallecieron por esta causa, reclaman la creación de un fondo de compensación que repare -en la medida de lo posible- el daño causado, ya que durante tres décadas el desconocimiento de los efectos que producía la inhalación tóxica de este mineral en infinidad de materiales de la construcción era total.

http://www.diariovasco.com/v/20120511/bajo-deba/denuncia-muerte-arrantzale-ondarres-20120511.html