Condenado por un siniestro laboral en O Valadouro que le costó un ojo a su operario


El dueño de una empresa dedicada a la explotación forestal aceptó ayer un año de prisión por su responsabilidad en un accidente laboral ocurrido en Ferreira do Valadouro, en el que un trabajador perdió un ojo. El acusado tendrá además que indemnizar a la víctima con 100.000 euros por las lesiones sufridas y las secuelas.

Según se recoge en el escrito de conclusiones provisionales del ministerio fiscal, el día 2 de septiembre de 2008, la víctima se encontraba trabajando para una empresa dedicada a la explotación forestal, que estaba encargada de la tala de árboles en la zona de Rebuxento, en la parroquia de Santa Cruz. Ese día, tan sólo se encontraban realizando la tala el único dueño de la empresa y un operario.

Sobre las seis de la tarde, los dos hombres se disponían a talar un eucalipto de grandes dimensiones -de unos cincuenta centímetros de diámetro- que se encontraba muy próximo a las líneas eléctricas del alumbrado público y telefónico. Ante esta circunstancia, y con el fin de evitar que en el momento de la tala el árbol cayera sobre las líneas, ambos decidieron tirar de él en dirección opuesta. Para ello, pasaron el cable de acero del cabestrante de la máquina forestal alrededor del árbol y, acto seguido, el acusado -en sus funciones como operador del cabestrante- accionó el equipo que tensó el cable, de tal manera que éste se rompió y golpeó «con gran violencia» la cara del trabajador.

Lesiones

Como consecuencia del impacto, el hombre sufrió varias lesiones consistentes en el estallido del globo ocular derecho y en diferentes heridas incisas en la cara y en la zona de la boca.

El equipo médico que atendió al herido tuvo que implantarle una prótesis en el ojo y darle varios puntos de sutura en las heridas, por lo que el hombre permaneció tres días hospitalizado y tardó un total de 129 días en recuperarse.

Acusación

El ministerio fiscal alegó que el acusado, de 38 años de edad, puso en funcionamiento el cabestrante «con el trabajador accidentado expuesto», ya que se encontraba en la «zona peligrosa» por la influencia del cable.

Además, señaló que el dueño de la empresa permitió que el trabajador desempeñara sus funciones sin utilizar un equipo de trabajo que pudiera minimizar las lesiones que sufrió, como gafas o pantalla de seguridad.

El ministerio público recogió igualmente en su escrito que el acusado utilizó un nuevo cable de acero y sus elementos -gaza, casquillo y gancho- que no eran los originales que le correspondían al equipo de trabajo.

CONFORMIDAD

El imputado reconoció los hechos y llegó a un acuerdo. El juicio por estos hechos estaba previsto que se celebrase ayer en el juzgado de lo Penal número 2 de la capital lucense. Sin embargo, antes de comenzar la vista, el imputado reconoció los hechos que se le imputaban y llegó a un acuerdo de conformidad con el representante de la Fiscalía.
Menos cárcel y más dinero. El ministerio público solicitaba inicialmente para el propietario de la empresa una condena de dos años de prisión como autor de un delito contra los derechos de los trabajadores y otro de lesiones por imprudencia grave. Además, pedía una indemnización de 90.000 euros para la víctima.

http://elprogreso.galiciae.com/nova/90260.html

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