«De aquí salimos con nuestro trabajo o con los pies por delante»


Hoy se cumplen diez días desde que Tomás Calvo y Joaquín García decidieron iniciar una huelga de hambre que, por el momento, tiene un fin más que incierto. Diez días desde que abandonaron el pleno del Ayuntamiento de Cádiz para encerrarse en el salón de actos del edificio de los sindicatos.
Allí, casi sin poder levantarse del catre en el que cada noche intentan conciliar el sueño, hablan de su situación con crudeza, conscientes de que sus palabras obligan a los familiares que están allí sentados, escuchándoles, a bajar la cabeza, pero sabiendo a la vez que les queda poco que perder.
Han perdido su trabajo. Su empresa, la concesionaria del servicio de limpieza y recogida de basuras de Cádiz, Sufi-Cointer, les ha despedido por motivos disciplinarios. Según les han dicho, porque desde el Ayuntamiento han informado de que no están haciendo su trabajo como es debido, «pero resulta que en Medio Ambiente les han dicho a nuestros compañeros que de allí no ha salido ningún informe», explican.
Los dos definen su despido como «salvaje». Tomás Calvo lleva 23 años en la empresa y Joaquín García, 32. Nunca se quejaron de su quehacer. Nunca, hasta que se erigieron en portavoces de sus compañeros durante la huelga que los trabajadores llevaron a cabo el pasado mes de julio, durante la celebración de la Gran Regata del Bicentenario. Ahí ven el principio de sus problemas. «Está claro que lo de ahora es una represalia».
De momento los dos se muestran firmes en la determinación de continuar con la huelga de hambre hasta que no les devuelvan sus puestos de trabajo. La decisión se ha visto reforzada con el anuncio de sus compañeros de ir a la huelga indefinida para reclamar su reincorporación a la empresa a partir del día 15 de este mes.
Tomás y Joaquín están dispuestos a llegar hasta el final. «Antes de que pasen hambre nuestros hijos la pasaremos nosotros. Hasta las últimas consecuencias», comenta Tomás. Es el que está más fuerte de los dos, y eso que en estos días ha perdido unos 8 kilos. Los médicos dicen que aún están bien físicamente, pero cada día se sienten más cansados. Aparte de esto está el factor psicológico. «Anímicamente estamos fuertes, pero hay momentos de bajón», explica.
Con él coincide Joaquín, que ya ha perdido 6 kilos y ni siquiera se puede levantar del colchón. «Lo que nos da fuerzas para aguantar es el apoyo que estamos recibiendo a diario de los compañeros y de nuestras familias. Ellos son los que lo llevan peor. Mi familia está destrozada. Si esto sale bien todos, mis hijos, mi mujer, van a tener que ir a un psicólogo», dice. Él tiene dos hijos, de 25 y 19 años. Tomás, otros dos, de 16 y 19. En el fondo aseguran que lo hacen por ellos. «Ellos lo entienden porque me conocen, saben que llevo años luchando desde el sindicato, pero están preocupados. Esto es muy duro, pero si nos pasa algo por lo menos les va a quedar una pensión», comenta Tomás.
Amenazas
A pesar de todo, dicen estar «esperanzados en que la empresa y el Ayuntamiento van a reaccionar para evitar una tragedia». Confían en que sus compañeros no se vean obligados a realizar una huelga que les puede acarrear duras consecuencias. De momento, se hacen eco de los rumores que les van llegando hasta su lugar de encierro. «Si esto le sale bien a la empresa a ellos les va a pasar factura. Se rumorea que hay una lista con 30 personas que pueden salir con un despido disciplinario, que es el más barato», cuenta Joaquín.
Tomás dice además que hay compañeros que están sufriendo episodios de ansiedad, «se han dado incluso casos de desmayos». Va más allá: «Los trabajadores se sienten muy acosados. Hay actitudes que están rallando en el nazismo». Sostiene que su despido y el de su compañero «es una forma de tener amedrentada a la plantilla».
Mientras cuentan todo esto siguen recibiendo llamadas en las que les hablan de supuestas amenazas para desconvocar la huelga, de presiones de todo tipo, aunque ellos no terminan de dar crédito a todo lo que les está pasando. Tienen fuerzas para recibir a más medios. «Me acaban de llamar del programa de Juan y Medio, que vienen esta tarde a grabarnos», le dice Joaquín desde la cama a Tomás. Saben que tienen que hacer ruido y están dispuestos a todo. «De aquí salimos con nuestro trabajo o con los pies por delante».

http://www.lavozdigital.es/jerez/v/20121003/cadiz/aqui-salimos-nuestro-trabajo-20121003.html

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