El comité de empresa de Negarra, formado por ocho delegados de CC.OO. y uno de LAB, ha convocado este miércoles una huelga indefinida a partir del 16 de abril, en contra del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha presentado la compañía para despedir a 59 trabajadores en Igorre.
Según ha informado CC.OO. Euskadi, el objetivo de los paros es la retirada del ERE y que se abra una negociación para «atravesar el bache sin medidas traumáticas, tales como una suspensión temporal de los contratos, medidas de flexibilidad o reajustes organizativos».
CC.OO. ha indicado que «el recorte anunciado de 59 puestos de trabajo, supone suprimir un tercio de la plantilla actual de Negarra (177), con la gravedad que los despidos se harían ya acogiéndose a la nueva normativa que establece la reforma laboral».
«Los despedidos se irían a la calle con una indemnización de 20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades, al haber justificado la empresa el recorte por motivos económicos (pérdidas en 2011 y bajada de pedidos en 2012)», ha explicado el sindicato.
Además, ha recordado que el expediente «no precisa ya de la autorización del Gobierno vasco, sino que la Administración actúa como mera tramitadora». El sindicado ha añadido que se trata de la primera gran empresa de Euskadi que se acoge a la reforma laboral «recientemente impuesta por el Gobierno del PP para acometer un drástico adelgazamiento de plantilla».
La Federación de Industria de CC.OO. de Euskadi respalda plenamente la convocatoria de huelga indefinida, ya que se trata de «una medida de lucha y solidaridad acorde a la dictatorial y brutal actuación de la dirección». «Por si fuera poco, la compañía está incurriendo en conductas amenazantes para evitar que la plantilla se movilice a favor de sus compañeros afectados, algunos con 54 años de edad y una antigüedad de 35 años», ha denunciado.
Por último, CC.OO. Euskadi ha indicado que el comité de empresa de Negarra, que fabrica chimeneas y termos eléctricos, «tiene la sospecha de que, si la compañía de sale con la suya y se deshace de un tercio de la plantilla, el siguiente paso va a ser subcontratar la producción en países de bajo coste laboral».
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