Si esta semana acude a uno de los juzgados de la Comunidad de Madrid probablemente se percatará que las instalaciones no se encuentran todo lo pulcras que cabría esperar. No le eche la culpa a la falta de profesionalidad del personal de limpieza: la explicación es que sus casi 300 trabajadores están llamados a secundar desde este lunes una huelga indefinida por algo tan prosaico como cobrar el dinero que les adeudan por el trabajo que han realizado.
A saber, «las nóminas de los últimos dos meses (marzo y abril)»; «la paga de beneficios de 2011»; «horas extras del año pasado»; «la paga de verano»…
Quien desgrana la lista de los euros que todavía no han entrado en las casas de estos empleados de la compañía de servicios Esabe es María Antonia Gómez, delegada sindical de UGT. Los sueldos de sus compañeros apenas llegan a los 800 euros, una cifra que apenas da margen para crear ese ‘colchón’ del que se tira en momentos de apuro.
«Al final los perjudicados siempre son los mismos: cuanto más débil es una persona más se abusa de ella en los salarios y nosotros, muy decentemente, pero somos el gremio más bajo…», se lamenta Gómez.
En una asamblea celebrada el pasado 17 de abril, los empleados de limpieza de los juzgados madrileños decidieron dejar las fregonas y las escobas encerradas en el armario hasta que les abonen los pagos pendientes. Este lunes, entre las 13.30 y las 14.30 horas, se concentrarán en Plaza Castilla para reclamar simplemente que les paguen lo que les corresponde.
Responsabilidades
«La Comunidad de Madrid, sino al día, está acreditado que sí está en plazo para pagar, así que está claro que la responsable directa de esta situación es Esabe, que ha demostrado ser una gestora nefasta», explica Evangelina Rodríguez, secretaria de Acción Sindical de UGT Madrid.
Según argumenta Rodríguez, la huelga «no es deseable ni para los trabajadores ni para los ciudadanos, que son finalmente los que van a sufrir que los juzgados estén sucios». «Pero es una cuestión de supervivencia», añade.
ELMUNDO.es intentó el viernes ponerse en contacto con Esabe, sin éxito, pero hace dos meses la empresa responsabilizó a la Comunidad de Madrid de la situación de impago de sus trabajadores. En la compañía señalaron que se les adeudaba cerca de un millón de euros.
En UGT subrayan que, en todo caso, el Ejecutivo de Esperanza Aguirre debería exigir a la compañía que abonara el dinero pendiente o, en su defecto, que adjudicara la concesión a otra firma. «Este infierno tiene que acabar».
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