La justicia tarda cinco años en juzgar la muerte de 5 obreros


El 27 de julio del 2006, cinco trabajadores de una obra en la calle de Almogàvers, en el Poblenou, fallecían aplastados al desplomarse una pared interior de un zanja. La justicia ha tardado cinco años en sentar en el banquillo a los presuntos responsables de este suceso que conmocionó a la ciudad. Si no hay un acuerdo entre acusaciones y defensas, está previsto que hoy comience el juicio contra ocho imputados. La Fiscalía de Barcelona solo acusa a seis, la mayoría técnicos, para los que reclama penas que oscilan entre los cuatro y los dos años de prisión por un delito contra los derechos de los trabajadores y cinco homicidios imprudentes. Entre los encausados figura el que fuera presidente y primer accionista de la inmobiliaria Habitat, Bruno Figueras. La constructora ha pagado las indemnizaciones a las familias de las víctimas.

No es habitual ver al máximo dirigente de una empresa ante un tribunal por un siniestro laboral. A Bruno Figueras y a otro directivo de la constructora se les atribuye no disponer de mecanismos de control que garantizaran la seguridad. El juicio se celebrará en una sala de la Ciutat de la Justícia de la capital catalana y la previsión es que dure toda la semana. A parte del fiscal y la defensa, participan una acusación particular y dos acusaciones populares: los sindicatos CCOO y UGT.

UN AMBICIOSO PROYECTO/ La empresa Norbella, integrada en el Grupo Habitat, estaba llevando a cabo en el 2006 obras para construir dos edificios, la reforma de otro y un aparcamiento. Todo ello entre las calles de Sancho de Ávila, Pamplona, Almogàvers y Zamora, en el distrito tecnológico 22@ de Sant Martí.

En el marco del proyecto y a requerimiento del departamento de infraestructuras del distrito era preciso construir una galería de servicios por donde discurrieran las instalaciones de la línea eléctrica, agua, gas y telecomunicaciones. Dicha galería estaba junto a la acera de Almogàvers. Para su construcción era necesaria la realización de una zanja de importantes dimensiones. El 24 de julio del 2006 se empezaron los trabajos para vaciar el terreno. La excavación dejó al descubierto un muro perteneciente a la cimentación de las paredes de carga de las antiguas edificaciones industriales que existían en el solar.

GRAVE IMPRUDENCIA / Según la fiscalía, el encargado de la obra y el arquitecto técnico-jefe «convinieron», sin ninguna comprobación, que ese muro aparentaba estabilidad y solidez. Como era necesario acabar de preparar el terreno a mano para proceder al vertido del hormigón, ordenaron que varios trabajadores (algunos de ellos extranjeros de una empresa subcontratada) bajaran a la zanja para alisar el suelo. Los acusados omitieron cualquier medida de seguridad, incide la acusación pública , sin proporcionarles ni una escalera para llegar al lugar o salir de él. Tuvieron que arrastrarse por una pendiente para acceder a la zanja.

El 27 de julio del 2006, los obreros alertaron a los responsables de la obra cómo se deslizaba tierra por la parte inferior del muro y sobre la necesidad de abandonar la zanja. Sin embargo, el encargado de obras les contestó que era necesario acabar antes de comenzar las vacaciones. Pero cuando el muro perdió estabilidad se desplomó y sepultó a siete trabajadores. Cinco murieron.

http://www.elperiodico.com/es/noticias/barcelona/justicia-tarda-cinco-anos-juzgar-muerte-obreros-1210825

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