Según los sindicatos, el comité de empresa pondrá en marcha varias protestas, como paros parciales, manifestaciones o incluso jornadas de huelga, tras haber estado trece días encerrados simbólicamente en sus locales sindicales como medida de presión.
El cierre de los sindicalistas se suspendió el pasado viernes, día 27, al no alcanzar acuerdos ni acercar posiciones, en una serie de reuniones mantenidas esta semana con la dirección para cambiar el sistema de trabajo en la planta de Súria.
La situación que ha desencadenado las protestas comenzó hace cinco meses, cuando la empresa puso en marcha un sistema de trabajo que obliga a entrar a trabajar en las minas en sábados y festivos, prolonga la jornada laboral dentro de la mina e implica un cambio de las horas de entrada y salida, según los trabajadores.
Según las fuentes sindicales consultadas, la nueva organización del trabajo se impuso unilateralmente y conforma «un sistema de trabajo no pactado e inexistente en el convenio».
Los sindicatos han criticado la «pasividad y falta de respuesta de la empresa» y cuentan con el respaldo de la mayoría de la plantilla, que ha firmado un documento exigiendo una solución negociada al nuevo sistema de trabajo.
En las próximas reuniones y en las protestas anunciadas, los sindicatos pretenden pedir una compensación salarial por el aumento de horas de trabajo en las minas.
La planta de Súria tiene una plantilla de entorno 400 trabajadores, de los 1.200 que suma con la planta de Iberpotash en Sallent (Barcelona).
La compañía minera de extracción Iberpotash anunció a finales de abril que prevé invertir más de 600 millones de euros hasta el año 2020 para modernizar su planta de Súria, lo que generará más de 600 puestos de trabajo.
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