Este tipo de artimañas son bastante habituales, pero no siempre se detectan ni se tienen las pruebas que lo demuestren
Este tipo de artimañas son bastante habituales, pero no siempre se detectan ni se tienen las pruebas que lo demuestren ». Esto lo afirma Miguel López, portavoz del comité de empresa de la planta que Yamaha tiene en Palau-solità i Plegamans (Barcelona), en relación con la querella que ha interpuesto contra varios directivos de la factoría que habrían accedido de forma ilegal legal en su correo electrónico y varios archivos tanto del mismo comité como de la sección sindical de CCOO. El delito que desde los servicios jurídicos de CCOO se imputa a los directivos de Yamaha-España es el de descubrimiento y revelación de secretos, tipificado en el artículo 197 del Código Penal.
La situación se detectó el 9 de marzo cuando algunos miembros del comité de empresa de Yamaha observaron una inusual caída del sistema informático y la inutilización temporal del correo electrónico. La única explicación que recibieron por parte de la dirección de la fábrica fue que se había hecho una auditoría informática. López explica que «esto lo hicieron técnicos de una compañía ajena». Otra irregularidad que comprobaron los trabajadores es que estos operarios accedieron al recinto de la empresa «sin la pertinente identificación ante los agentes de seguridad de la entrada». Todo esto hizo que el comité pidiera la presencia de los Mossos d’Esquadra para determinar lo que realmente había pasado. Los dos técnicos, la llegada de los agentes de la policía catalana, admitieron que se habían copiado archivos, pero que lo habían hecho desde la misma dirección de la empresa.
http://www.eltriangle.eu/cat/notices/2011/07/els_treballadors_de_yamaha_acusen_l_empresa_d_espiar-los_per_coneixer_la_seva_estrategia_sindical_23650.php