«Me han echado con premeditación»


Ayer fue el último día de trabajo de Cristina Varela, una joven peluquera de 28 años, que a buen seguro que recordará durante toda su vida la entrada en vigor de la reforma laboral puesta en marcha por el Gobierno del PP. La razón es bien sencilla. Varela dejó ayer de trabajar porque la responsable de la peluquera donde estaba empleada desde hace año y medio decidió -de un día para otro- prescindir de sus servicios. Y lo hizo a los pocos días de entrar en vigor la nueva legislación, que provocará que esta joven de 28 años se vaya a la calle con una indeminización irrisoria, poco más de 900 euros.

“Fue un jarro de agua fría, no me lo esperaba en ningún momento”, relataba ayer Cristina Varela. La dueña de la peluquería le presentó, hace 15 días ( el tiempo que marca la ley para comunicar un despido) una serie de documentos donde aseguraba que el negocio llevaba tres trimestres en pérdidas. Y es que con solo este argumento, cualquier empresario puede prescindir de un trabajador. “La indemnización que me queda es el sueldo de un mes y teniendo en cuenta que el salario base de una peluquera es de 900 euros, pues a échele cuentas”, comentaba Varela.

Una de las cuestiones que más le escuece a la joven avilesina es que la dueña del negocio no comentó en ningún momento a la plantilla (otra peluquera más y una esteticista) que la situación del comercio era tan grave como para prescindir de alguna de las trabajadoras. “Es verdad que todos sabemos que las cosas están mal, pero están mal para todos. Lo que no entiendo es que nunca nos comentaron que cabía la posibilidad de que hubiese despidos”, aseguraba.

Resignación La sensación que le queda en el cuerpo a Cristina Varela es de total resignación. La peluquera se puso en contacto con los responsables de CCOO, el sindicato al que está afiliada y la respuesta que obtuvo es que la empresa se acogió “por el libro” a la reforma laboral. “Lo hizo con total premeditación, sabiendo que iba a salir la reforma y que iba a aplicarla conmigo”, dijo.

Los técnicos de CCOO le aconsejeraron que no firmara ningún papel y que volverían a revisar el caso ya que hay de un plazo un año desde el despido. Pero las esperanzas son mínimas, más bien nulas. Evidentemente, con la anterior legislación este caso hubiese sido imposible de llevarse a cabo. “Me comentaron que si hubiese sido antes de la reforma sí que se podría hacer algo, pero ahora es imposible”, dice Cristina Varela.

La joven avilesina se marcha de este empleo después de trabajar durante año y media entre nueve y diez horas al día. “Sabes cuando entrar pero no cuando sales y luego están los sábados por la mañana, que también tenemos que trabajar”, relata.

Cristina sabe que le espera una temporada complicada a la hora de encontrar un nuevo empleo en un sector que tiene a su favor el gran número de peluquerías que existen, pero tampoco es ajeno a la crisis. “Lo estamos pasando mal, como todos, están cerrando muchas peluquerías, a lo que se une los sueldos, que son bajos, bueno, bajísimos”, añade. Y lo sabe bien esta avilesina de 28 años que ha visto como su indeminización de despido se reducía a poco más de 900 euros.

http://www.lavozdeasturias.es/dinero/echado-premeditacion_0_657534312.html

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