Trabajadores inmigrantes, irregulares y en peligro en la Plaza Elíptica de Madrid


«Cada vez se dan más accidentes de personas que trabajan sin experiencia e ilegalmente y sus jefes se desentienden cuando sufren una desgracia». Esta información la reporta Fernando Ramírez, el mayor experto en atestados de accidentes laborales del Cuerpo de Policía Municipal de Madrid. Con 25 años de trayectoria profesional a sus espaldas añade: «La mayoría de los afectados son inmigrantes que captan en la Plaza Elíptica y Legazpi».

Durante 2011 se dieron tres casos en la región que atienden a estas variantes en el sector servicios y de la construcción; pero otros muchos, según declaran desde la Policía Municipal de Madrid y el sindicato UGT, se desconocen porque no se denuncian por miedo a represalias y a no volver a ser «contratados».

Herido y abandonado en el Metro

En uno de estos tres registros, el jefe acompañó al trabajador herido hasta el Metro para que se fuera sólo al hospital sin decir a
qué empresa pertenecía; en otro, el patrón obligó al obrero a que se quitase el mono de trabajo para que no se le relacionase con la empresa antes de que llegaran los sanitarios y la Policía Municipal.

En el último, se le cambió la identidad a un operario ilegal por la de un asalariado legal para que lo atendieran en un centro sanitario.

La picaresca empresarial y la frialdad humana llega hasta esos límites con el fin de camuflar la «contratación» libre de costes.
Trabajar gratis

Plaza Elíptica. 6.30 de la mañana. Una quincena de personas aguarda a las puertas de la cafetería Yakarta. Otras cinco, de origen africano, avanzan posiciones hacia el asfalto para ser las primeras en «pescar» un puesto de trabajo de los «pistoleros», como se denominan a los empresarios que ofrecen empleo en este paraje.

Rubén Salazar lleva más de cinco años abonado a esta glorieta para subsistir en Madrid. Acercarse a este punto cualquier día de la semana, sobre todo los lunes -cuando más desesperados aguardan- significa teletransportarse a otra época. La gente se lanza hacia los coches de aquellos que quieren ofrecerles un jornal para salir del paso, pero a un precio muy alto: el de jugarse su vida y, en buena parte de los casos, trabajar de forma gratuita.

Cargados con sus herramientas

No hay ciudadano a las puertas del Yakarta que no haya sido estafado por estos empresarios sin escrúpulos. «A mí me deben 1.300 euros por un mes y dos semanas trabajados»; «Me adeudan 2.000 euros»; «Me pagaron la mitad, pero les falta por darme 500», … repiten unos y otros.

«Muchas veces no nos dan ni herramientas, ni ropa, ni hay protección»

Lo que la mayoría reconoce es que cuando laboran lo hacen con escasas o nulas condiciones de seguridad. «Muchas veces no nos dan ni herramientas para trabajar, ni la ropa, ni hay medidas de protección. Trabajamos como indios y lo que les interesa es que salimos baratos», explica Rubén, quien lleva una mochila con varias herramientas, entre ellas un martillo, unos zapatos de seguridad, unas gafas de protección y unos guantes anticorte.

Son las 7.30 de la mañana y la afluencia en la plaza se ha duplicado. Cualquiera de estos trabajadores porta un bolso o mochila con el almuerzo y con material de seguridad para trabajar.

«¿Un arnés? ¡Ja! Ni nos contratan ni nos pagan muchas veces»

Eder tiene 26 años: «¿Un arnés? ¡Ja! Ni nos contratan ni nos pagan muchas veces. La seguridad es pésima. Si quieres hacerlo, bien; si no, ya saldrá otro trabajador que lo haga».

Este joven asegura que a un antiguo compañero de la plaza lo dejaron tirado «después de que se rompiera la clavícula tras una caída. Ya marchó para su país».

Perseguir al empresario

Rosa Robledano, secretaria de Salud Laboral de UGT, considera que la crisis influye negativamente en este tipo de casos. Además, «demostrar la vinculación del trabajador a la empresa es complicado». La media de detección es de un 20%. «Es la Administración Pública la que tiene que exigir el cumplimiento de la legalidad, pero en estos momentos no tiene los recursos para hacerlo. Hay que perseguir al empresario. Estas malas condiciones suponen un coste para la sociedad económico y de vidas humanas», manifiesta Robledano.

http://www.abc.es/20120417/local-madrid/abci-trabajador-inmigrante-peligro-201204152040.html

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