El grupo Cantoblanco, propiedad de Arturo Fernández, presidente de la patronal madrileña, ha sido condenado por un juzgado de lo social por haber modificado de manera injustificada las condiciones de trabajo de sus trabajadores en IFEMA. La empresa está obligada a "reponer a los trabajadores afectados en sus anteriores condiciones de trabajo"
JAVIER TORRES 09-08-2012
El fallo del juzgado de los social número 33 de Madrid responde a una demanda presentada por Comisiones Obreras el pasado mes de mayo y que afecta a los contratados fijos y a los fijos discontinuos que trabajan durante 10 meses en los bares y cafeterías de IFEMA.
El grupo Cantoblanco, propiedad del presidente de la patronal madrileña Arturo Fernández, se hizo cargo de la contrata de IFEMA en enero de 2011. Tras intentar poner en marcha un Expediente de Regulación Temporal de Empleo, en junio de ese mismo año, la empresa modificó las condiciones laborales de los trabajadores de IFEMA. Estos cambios suponían que los empleados fijos trabajaban dos meses menos al año y los que entonces lo hacían durante 10 meses, al final solo estaban empleados durante 9.
Para justificar ese cambio en las condiciones laborales de sus trabajadores, la empresa de Arturo Fernández presentó las cuentas de 2008, es decir, de dos años antes de obtener la explotación de IFEMA. En esas cuentas registradas se exponen unas pérdidas de 186 mil euros. No presentó las registradas de los años siguientes, esenciales para poder justificar las medidas que propone. El Grupo Cantoblanco entregó en el juzgado unas de elaboración propia, que el magistrado no ha aceptado.
La sentencia conocida hace una semana dictamina que la empresa de Arturo Fernández no cumplió con los requisitos formales obligatorios ni acreditó la causa para llevar a cabo el cambio de las condiciones laborales de sus trabajadores.
Por ello, el juez anula la decisión del grupo Cantoblanco y le condena a indemnizar a sus trabajadores.
Paloma Vega, responsable de Comercio, Hostelería y Turismo de Comisiones Obreras, cree que la empresa de Arturo Fernández ha hecho muy mal las cosas.
La empresa Cantoblanco, que no ha recurrido la sentencia, reconoce problemas formales que asegura que va a subsanar. Ha convocado una reunión con los representantes sindicales para el 3 de septiembre, durante la que presentará unas cuentas que recogen una fuerte caída de la actividad.
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