El lunes encontraron la tienda en la que trabajan, ubicada en el centro comercial Dolce Vita, totalmente vacía y ahora, tras varios intentos fallidos de contactar con sus superiores, esperan preocupados por noticias acerca del futuro de la empresa que los contrató. Los tres empleados del local de la franquicia portuguesa de ropa Blue Rise, al igual que los de la misma empresa en otras localidades españolas como Barakaldo y Sevilla, cumplieron ayer sus turnos en la tienda a pesar de no tener nada que vender y de no disponer siquiera de ordenador y teléfono.
«El lunes descubrimos que la tienda estaba totalmente vacía. No nos dejaron ni el teléfono. Estamos haciendo nuestro turno y trabajando normal, porque, como no tenemos carta de despido, no podemos abandonar nuestro puesto de trabajo», relata una empleada que prefiere que su nombre no aparezca publicado por recomendación del inspector de trabajo.
Los trabajadores aseguran que los responsables de la empresa, todos ellos en Portugal, no les cogen el teléfono. Este diario sí logró ayer comunicarse con un encargado de personal de la franquicia que, lejos de aclarar la situación, dijo no tener «nada que hablar» con alguien que no fuera un responsable de los centros comerciales en los que se ubican las tiendas de Blue Rise o un empleado de las mismas.
La mayor preocupación de los trabajadores -no solo de los de la tienda de A Coruña sino también de los de los otros establecimientos en España- es que la compañía se declare en quiebra y que, por tanto, no cobren indemnización alguna hasta que concluya un juicio que podría prolongarse más de lo que desearían. «Podríamos pasar mucho tiempo sin cobrar nada», explica una de las afectadas.
Los empleados de la tienda ubicada en A Coruña se han puesto en contacto con los que trabajan en las otras ciudades donde se había establecido Blue Rise. Este diario habló también con trabajadores del establecimiento de Vigo, donde la preocupación es la misma a pesar de que, a diferencia de A Coruña, todavía hay mercancía en el interior del local. «Vemos muy mal la situación. Nosotros tenemos muy poca mercancía. El sábado entraron, pero alguien tuvo un accidente y se tuvieron que ir sin llevarse todo. Nos deben dos meses y horas extras», declaró una empleada de la tienda viguesa.
Los trabajadores de la tienda ubicada en el centro comercial Dolce Vita han anunciado su intención de no ausentarse de su puesto hasta que alguien de la empresa les informe de la situación y, si así lo considera oportuno, los despida.