Una juez ha dictaminado que el exteniente de alcalde de Sevilla, Antonio Rodrigo Torrijos (IU), acosó laboralmente a la directora de la oficina de la bici durante su etapa en el Gobierno municipal. Torrijos destituyó a la directiva por negarse a acatar unas órdenes que «no eran viables» legalmente, según la sentencia del Juzgado de lo Social 6 de Sevilla. La magistrada María de los Reyes de Flores condena a la Gerencia de Urbanismo a reintegrar a la directiva Josefa García en un puesto de trabajo «acorde con su categoría y formación» y «a cesar en las conductas de acoso a la actora en el desempeño de sus funciones».
La sentencia aclara que Torrijos, exdirigente sindicalista de CC OO y que está imputado por cuatro delitos en el caso Mercasevilla, mantuvo un comportamiento inapropiado hacia la directora de la oficina municipal, cargo de libre designación. Esta se encontraba a sus órdenes cuando Torrijos era concejal de Infraestructuras para la Sostenibilidad. «Se aprecia una actuación vulneradora de los derechos fundamentales de la actora, a la que se le cesa en el cargo por no querer acogerse a las órdenes y directivas del Sr. Torrijos y del Vicegerente [de Urbanismo, Gabriel Báez]».
A continuación, el fallo puntualiza: «En diversas ocasiones [Torrijos] había increpado a la actora por no admitir sus directrices políticas y el día del cese es él personalmente quien se lo comunica a primera hora y no en tono de favor o amistad, anticipando una decisión del Gerente».
La juez estima parcialmente la demanda interpuesta por García, no impone ninguna sanción a Torrijos y solo le insta a cesar en su conducta de acoso hacia la profesional, lo cual carece de sentido al encontrarse Torrijos como concejal en la oposición tras las últimas elecciones municipales y el triunfo del PP.
Tanto Torrijos como el vicegerente intentaron que la directiva paralizara y rectificara un proyecto para el carril bici en las barriadas del Parque Alcosa y Polígono Sur, a pesar de que el plan se encontraba en marzo de 2010 «prácticamente ejecutado» y la empresa había llegado a cobrar por dicho proyecto. La funcionaria se negó y alegó que el proyecto no podía ser modificado porque respondía «a una subvención con unos parámetros ya aprobados».
Torrijos y el vicegerente intentaron obligar a la directiva a cumplir una modificación del expediente, por lo que intentaron que asumiera la responsabilidad de dicha actuación, «saltándose las competencias de la demandante», subraya la juez.
Sin embargo, la sentencia matiza que a pesar de las continuas «advertencias, recomendaciones, indicaciones» denunciadas por la directiva, estas no han resultado acreditados «como para constituir indicios suficientes de conducta vulneradora en los términos instados (…) como acoso y aislamiento» por parte del exteniente de alcalde sevillano.
Tras la Semana Santa, la directiva se reincorporó al trabajo y el 5 de abril de 2010 recibió la visita de Rodrigo Torrijos, quien «sin más, y en tono elevado, le manifiesta que va a ser cesada en su puesto porque está harto de ella», destaca el fallo. Pocas horas después la funcionaria recibió su carta de cese y fue reubicada sin asignación de funciones.
Torrijos rechazó ayer hacer declaraciones a este diario, y se limitó a enviar un comunicado. En su escrito, el dirigente de Izquierda Unida expone que «constata su sorpresa porque la sentencia no se compadece en absoluto con lo acaecido en el acto del juicio» y resalta su «absoluta corrección». Asimismo, Torrijos anuncia que recurrirá la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJA).
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