El caso de Raúl Llanes, el empleado de Huelva que ganó una sentencia por acoso laboral contra Mercadona, es llamativo por las pocas sentencias que pesan contra la compañía de Juan Roig por este tipo de prácticas, pero no es el único. Son muchas las denuncias de mobbing que llegan a los juzgados pero no todas terminan convirtiéndose en una sentencia favorable al trabajador.
Al conocer la condena por mobbing favorable a Raúl Llanes, la empresa lo calificó como “un caso puntual”, algo que fue negado por el propio Llanes en una entrevista concedida a Bolsamanía. “No hay sentencias o habrá pocas”, explica el abogado Raúl Domínguez, de Ensis Advocats, “pero hay muchas denuncias”. Domínguez conoce este asunto de primera mano, ya que actualmente está llevando la demanda por acoso laboral de tres exempleadas de Mercadona en la provincia de Huesca.
UN DELITO DIFÍCIL DE DEMOSTRAR
Elisabeth Segura, Belén Villagrasa y Patricia Margalló denunciaron en octubre del año pasado a una de las responsables de la tienda del municipio Fraga por acoso laboral. Según explica Domínguez en declaraciones a Bolsamanía, se trata de un “delito bastante complejo de demostrar”, ya que los empleados que podrían testificar suelen tener miedo a declarar en contra de la empresa para la que trabajan.
Este letrado se encarga del caso desde hace mes y medio, tras el sobreseimiento provisional de la causa por falta de prueba. Las tres denunciantes cambiaron entonces de abogado y presentaron un recurso para que el procedimiento siga adelante. La intención de Domínguez es que “se realice una prueba que falta por practicarse” y que podría tapar esta laguna que hizo que el juzgado de Fraga sobreseyera el caso.
“La investigación estaba a punto de finalizar cuando se sobreseyó”, explica Domínguez, que estima que el procedimiento podría alargarse unos seis meses. Esta semana se ha recibido la oposición de la otra parte de la Fiscalía, que se resolverá aproximadamente en mes y medio en los juzgados de Fraga. Después, el caso pasará a la Audiencia provincial, que tomaría una decisión en un plazo de entre tres y seis meses. Sin embargo, el letrado cree que “es posible que sea más rápido por el asunto que es” y se dé “cierta preferencia” por tratarse de un asunto mediático.
POCAS DENUNCIAS LLEGAN A JUICIO
El caso de Segura, Villagrasa y Margalló es peculiar, ya que cada una de ellas es “a la vez parte acusadora y testigo de las otras dos”. Cada una llevaba un tiempo distinto en la empresa y sus despidos se produjeron en circunstancias diferentes, pero los hechos de acoso laboral que denuncian coinciden.
Según explica Domínguez, “son muchas las denuncias contra Mercadona que llegan a los juzgados”. El procedimiento de la empresa en estas circunstancias, manifiesta, es “ofrecer una buena indemnización extrajudicial para evitar la portada en los medios o la sentencia en contra”.
En el caso de las tres exempleadas de Fraga, únicamente Elisabeth Segura ha recibido alguna oferta económica a cambio de retirar la demanda, comenta el letrado, que ve este intento de negociar como un “indicio de que había algo más que el despido”.