Cambiando TPVs sin contrato


Se presenta un técnico para cambiar un datáfono de un Términal Público de Venta (TPV). Lo acompaño al lugar en cuestión. Mira el aparato y comienzan las dudas: ¿alguien lo habrá cambiado ya? Decide llamar a su jefe. No se lo coge y mientras espera que le devuelva la llamada empezamos a hablar.

Yo: ¿A qué empresa perteneces?

El: Esto es un servicio que contrató el banco a alguna empresa. Esa empresa contrató a otra y al final estamos nosotros..

Yo: Cuanta más subcontratación más precariedad, ¿no?

El: Yo cobro seis euros y medio por máquina cambiada

Yo: ¿Sólo?

El: Y de eso hay que descontar para la gasolina y el teléfono. Al banco no le importa en que condiciones estén los operarios que le están cambiando los TPV, sólo la rentabilidad

Yo: ¿y ponéis vuestro propio coche y móvil?

El: claro. Se están aprovechando de la necesidad. Yo me tengo que joder porque están a punto de sacarme el piso. Estoy pagando la gasolina a crédito porque no tengo dinero. Lleno el depósito cada día para saber lo que he gastado el día anterior. Este país ya se fue a la mierda.

Yo: ¿Y cuántas horas haces?

El: Ellos dicen que una máquina se cambia en media hora. Mentira. Dejarla configurada y todo no es menos de una hora. Así que vengo haciendo un mínimo de 12 horas diarias, domingos incluidos. Es la única forma de que me quede algo.

En esto lo llama su “jefe” y le confirma que ese TPV ya había sido cambiado.

El: La desorganización es terrible. Casos como estos los tenemos a diario. Pero claro, como ellos solo pagan por máquina cambiada pues no pierden nada. Además, toda la información que le actualizamos al banco (teléfonos de los clientes, etc.) le sale casi gratis.

Yo: Es decir, que la desorganización la pagan los técnicos.

El: Sí. Y no solo eso. El otro día me llama el jefe y me dice que espabile. Como ya estaba agotado no pude reprimirme y le dije: “vete a tomar por el culo y métete el trabajo por el puto culo”.

Yo: ¿Y no te despidió?

El: No. Al rato me llamó y me preguntó si me había calmado. El sabe lo que hay.           

Yo: Joder, esto es la ley de la selva.

El: Y estamos todos temblando.

Yo: ¿Por qué?

El: Porque no tenemos contrato ni alta en la seguridad social. Si no quieren pagarnos tienen todas las de ganar. En la “oficina” no hay nada que indique que allí hay una empresa. Así que estamos todos acojonados.

Yo: Conclusión: que los mismos que provocaron esta situación, los bancos, con su irresponsabilidad y con el beneplácito de las autoridades políticas, son los que se están aprovechando de la gente de esta forma tan repugnante e ilegal. ¿Cómo se llama tu empresa?

El: se llama xxxxxx.

Yo: Vale, vale, gracias.

El: Pero ten cuidado con la información que te acabo de dar, mira que si me quedo sin trabajo me sacan el piso, ten mucho cuidado porque todo se sabe.

Yo: No te preocupes, no soy tan irresponsable y mal compañero como para dar tu nombre o el de la empresa, no voy a jugar con tu pan. ¿Conoces la página abusos patronales?

El: no.

Yo: Búscala en Internet. Hay muchos de abusos en los trabajos, pero el tuyo… es el “más difícil todavía”.

Poco se puede decir más. El banco es de nivel estatal y ha absorbido a otros bancos, entre ellos a este y por eso el cambio de TPV.

No quiero dar más datos por consideración con esta pobre gente, que, por absoluta necesidad se tiene que plegar ante la dictadura total de bancos (en este caso por partida doble, hipoteca y trabajo) y de las autoridades políticas a quienes votamos, para que después permitan situaciones como esta. Primero hay que rescatarlos dándoles dinero que necesitaríamos para sanidad, educación, etc., para que después saquen a la gente de sus casas y, no conformes con eso, esclavicen también a las personas como en este caso. No se en qué fase del sueño estamos pero mientras no despertemos las cosas irán a peor.

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