En octubre del 2009 tuve un accidente en Carrefour Hoya de la Plata.
El almacén donde ocurrió dicho accidente estaba incomunicado, sin cámara de seguridad en el interior, oscuro y sin ventilación; bueno, un ventilador en los inventarios. A fecha de hoy la lesión se considera grave y me ha supuesto mucho daño moral. Aún no puedo estar donde haya palet o traspaleas y por los grandes electrodomésticos tampoco. Cada vez que voy a un super salgo mal. Ya han pasado cuatro años y las pesadillas no cesan. Había que trabajar allí para entender. Dentro de Carrefour era un número pero fuera soy hija, madre, esposa, hermana. Hago culpable a todo el conjunto Carrefour del daño que sufro por no supervisar sus centros como deben hacerlo y los números que allí trabajan estén protegidos por riesgo laboral.
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