Las mentiras del empresario: Con clase media, somos pobres porque queremos

Sección Sindical de la Coordinadora Sindical de Clase (CSC)


El pasado día 20 de julio se publicaron dos entrevistas a D. José Luis Manzanares Japón, una  en el Diario de Sevilla titulada «Con clase media, el pobre es pobre porque quiere» y otra en El Correo de Andalucía de título «Las reformas del Gobierno no atacan la raíz: el gasto de la Administración«. El Sr. Manzanares, administrador único de AYESA CORPORATE SL, empresa dominante del Grupo AYESA, se presenta como «Un ingeniero muy preocupado por su país atento a sus inquietudes» para, posteriormente, lanzarse a dar una lección de moral y política a los sevillanos. Antes de entrar a analizar los argumentos manifestados por D. José Luis nos hacemos la siguiente pregunta: ¿es este señor referente moral para los sevillanos?  Veamos,

  1. Sin ir más lejos, el pasado viernes 18 de julio de 2014 Ayesa AT empleó el despido objetivo para echar a 4 trabajadoras.
  2. Desde el año 2010 la empresa que dirige la hija del Sr. Manzanares ha despedido de manera «objetiva» —a pesar de que el grupo crece a doble dígito y AYESA AT nunca ha dado pérdidas en todos sus años de historia— a más de 160 trabajadores y, estando en una crisis económica, en torno a 290 trabajadores se han ido «voluntariamente» como consecuencia del clima laboral terrorífico impuesto por esta dirección de la empresa que niega toda posibilidad de desarrollo profesional y ha convertido a AYESA AT (antigua SADIEL) en una picadora de carne humana, en la que la explotación es la cotidianidad, tal y como lo ha puesto en evidencia la evaluación de riesgos psicosociales que le ha forzado a realizar la Inspección de Trabajo.
  3. La Inspección de Trabajo ha sancionado a AYESA AT por el abuso en el empleo de las horas extraordinarias. Según el convenio sectorial, las horas extras deben extinguirse y, en un país donde hay 6 millones de parados y donde se está produciendo un éxodo de trabajadores al extranjero, las empresas del Sr. Manzanares no dudan en sobreexplotar a los trabajadores abusando de las horas extras en lugar de crear más puestos de trabajo.
  4. Los juzgados —que aplican una legislación laboral realizada para los empresarios gracias a políticos que tienen puerta giratoria entre los ministerios y los consejos de administración de las grandes empresas— le están diciendo, con mayor frecuencia, al Sr. Manzanares que los despidos que realiza no son objetivos. Para mayor abundamiento, los juzgados también han fallado en contra de AYESA AT —donde también están presentes en el accionariado la Junta de Andalucía, Endesa y Caixabank— por despedir a mujeres embarazadas o recién paridas encontrándose en baja por maternidad, por no hablar de los múltiples despidos realizados contra trabajadores y trabajadoras que se reducen la jornada, y el salario, por cuidado de hijos. Estos son algunos de los avales del Sr. Manzanares Japón, que hace inexplicable que los medios de comunicación lo presenten ante la sociedad como un «referente».

La Sección Sindical de la Coordinadora Sindical de Clase (CSC) en AYESA AT, que tiene la mayoría absoluta en el Comité de Empresa y, por tanto, representa el sentir de la mayor parte de la plantilla de AYESA AT, ante lo vertido en dichas entrevistas quiere hacer algunas puntualizaciones:Enemigo de la organización de los trabajadores en el centro de trabajo. Dice en la entrevista «Dentro de una empresa no debe haber política, su único motivo es crear trabajo y producir. Si la empresa se politiza, muere». Él, como empresario, sí puede hacer política. ¿Qué es, sino, tener como asesora a la presidenta del PSOE andaluz, comprar empresas levantadas con dinero público a precio de saldo, disponer de subvenciones y ayudas para internacionalizarse, organizarse en patronales y usar el Estado que es financiado, fundamentalmente, por los trabajadores? El Sr. Manzanares impone en el centro de trabajo el caudillismo más absoluto, pero los trabajadores no deben organizarse y defender sus intereses y derechos de manera común pues, de lo contrario, corren el riesgo de ser reprimidos por este «empresario ejemplar». En AYESA AT, el Sr. Manzanares Japón no duda en hacer permanentemente política, una política explotadora  y de represión máxima contra los trabajadores y extrema contra los delegados de esta sección sindical. Son múltiples las denuncias por vulneración de derechos fundamentales interpuestas contra AYESA AT por aislar a nuestros delegados de sus compañeros, por tenerlos meses y meses sin darles trabajo o dándoles trabajo por debajo de su categoría. Esa es la concepción de relaciones laborales que tiene D. José Luis, que refleja una democracia para su clase, para él, donde los trabajadores no tienen derecho a participar.

Choca que el Sr. Manzanares Japón critique a Venezuela o la experiencia revolucionaria rusa manifestando que «Venir con propuestas decimonónicas a solucionar los problemas del siglo XXI no lleva a ninguna parte», cuando las propuestas que defiende el Sr. Manzanares de negar al trabajador la organización y la política, atacar al sindicalismo y propugnar el caudillismo del empresario, sí que son propuestas rancias, antiguas y fracasadas. Es el capitalismo putrefacto que propugna el Sr. Manzanares el que ha llevado a la ruina, no sólo al pueblo español, sino a la Humanidad.Esencia reaccionariaManifiesta en la entrevista: «Estos movimientos son de los niños mimados que quieren seguir igual, que quieren que siga lloviendo el maná, pero hay que hablar de obligaciones: restringir gastos, apretarse el cinturón, salir a la calle a trabajar, que no se te caigan los anillos por hacer cosas que antes no hacías, exigir menos… Ha habido mucho movimiento indignado pero con una indignación poco pragmática, de niño malcriado, porque hay muchos tíos tan jóvenes como éstos que están trabajando en Panamá o Chile y mandando dinero a su casa. Ése es el buen español, el que está sacando el país adelante» El Sr. Manzanares Japón envía a América Latina a trabajadores en periodo de prácticas, a los que vende como expertos, con salarios inferiores a los 16.000 euros brutos anuales y jornadas de trabajo maratonianas. Esos trabajadores altamente explotados no sacan este país adelante, sino que llenan los bolsillos de empresarios, como los del Sr. Manzanares. Y debemos advertir que cuanto mejor le va a los empresarios —como ocurre en este momento histórico—, peor le va al Pueblo, que es el país, porque para los empresarios no hay más patria, no hay más país, que su bolsillo, y ello se comprueba en que las grandes empresas, espejo donde se mira el Sr. Manzanares, llevan sus dineros fuera de España – a paraísos fiscales – y no dudan en llevarse las producciones fuera —algo que también hace AYESA— para tributar en otros países donde las cargas impositivas son menores, he ahí uno de los intereses de la internacionalización de las empresas.
Para el pueblo trabajador nunca ha llovido el maná, todo lo contrario que para la clase social a la que pertenece la familia Manzanares, a la que el Estado siempre la ha regado con incentivos, subvenciones, impuestos bajos o nulos, leyes óptimas para explotar a los trabajadores, obras sin sentido, dineros a fondo perdido, amnistías fiscales a los ladrones de cuello blanco, instrumentos financieros para eludir impuestos (SICAV), etcétera. El trabajador, por el contrario, ha recibido desempleo, salarios bajos, impuestos elevados, desahucios, suicidios, fracaso escolar, desnutrición, emigración…, en definitiva, siempre hemos tenido los gastos restringidos y el cinturón muy apretado. El Sr. Manzanares ha podido comprar a precio de saldo una empresa como Sadiel, levantada con dinero de todos los andaluces, e internacionalizarla con la inestimable ayuda, tanto burocrática como económica, del Estado —EXTENDA, Ministerio de Asuntos Exteriores, Cámaras de Comercio, etcétera—. El Estado recorta a los jubilados, los trabajadores, los hijos de los obreros, los enfermos que no tienen acceso a la sanidad privada…, pero tiene manga ancha con la clase social del Sr. Manzanares Japón, con la burguesía. No hay más que ver la venta de las cajas de ahorros a los bancos, reflotadas con dinero del pueblo trabajador y regaladas a los oligarcas de este país, como, por ejemplo, la venta de Catalunya Banc al BBVA, donde el Estado reflotó la caja con 13.600 millones de euros y la ha vendido por 1.000 millones al BBVA, o lo que es lo mismo, le ha regalado 11.600 millones de euros de todos los españoles al BBVA.

Una idea reiterada en ambas entrevistas es la demanda del Sr. Manzanares de reducir gastos superfluos del Estado que conlleve una rebaja en la presión fiscal. Discurso clásico de la patronal, porque cuando los empresarios, como el Sr. Manzanares, hablan de esto lo que están diciendo es que les bajen a ellos las cotizaciones, que les den más incentivos para «crear» riqueza, que les rebajen el impuesto de sociedades (que ya de por sí ninguno paga en su porcentaje por las infinitas deducciones que tienen), en definitiva, que el Estado les dé todo el pastel a ellos. Son los empresarios, como por ejemplo el Sr. Manzanares, los que le niegan a los trabajadores el trabajo, los que precarizan el mundo del trabajo y agudizan la explotación hasta la extenuación, los que generan la miseria entre el pueblo para ellos llenar sus bolsillos. Son ellos los que necesitan un Estado como el actual, que sea una maquina de reprimir a los trabajadores para mantener el orden que les interesa a ellos, los empresarios. El Estado hoy cumple tres funciones fundamentales:

  1. Ser un aparato de redistribución de la riqueza a favor del empresario. Antes de 2007, los 14 millones de asalariados que había en España recibían, en forma de salario, algo más del 50% de la riqueza que generaban, apropiándose la patronal de otro 42% (el porcentaje restante es lo que se queda el Estado en forma de impuestos). El último trimestre de 2013 se cierra con unos datos que confirma la tendencia general del capitalismo: aumentar la ganancia empresarial a costa de la clase obrera. Hoy el 45,3% de la riqueza recae sobre la clase obrera y otro 47% se lo apropia la patronal.
  2. Ser una maquinaria de represión a favor del empresario, haciendo leyes de «seguridad ciudadana» por las que se ilegaliza la lucha de la clase trabajadora y donde se meten en la cárcel a trabajadores por ejercer el derecho a la huelga o por participar en piquetes informativos.
  3. Ser una maquinaria de guerra que participe en asociaciones imperialistas (Unión Europea, OTAN), donde los intereses de las grandes empresas españolas queden salvaguardados en el mundo, no dudando en gastar ingentes cantidades de dinero para tener desplegadas tropas a lo largo y ancho del mundo, donde se asesinan y se explotan a trabajadores de otras nacionalidades.

Es verdad que «la gente sólo desea su pan, su hembra y la fiesta en paz» y que buscan ganar  el pan con el sudor de su frente. Pero ese deseo se encuentra con un obstáculo poderoso, los intereses de los empresarios —como el Sr. Manzanares—. Estos sí que poseen una riqueza gracias a la explotación asalariada arrebatándole al trabajador la riqueza generada con el sudor de la frente de éste. El Pueblo trabajador sólo podrá acabar con esta situación de injusticia y de miseria mediante la política y su implicación en ella en primera persona, por ello el Sr. Manzanares vilipendia y combate al trabajador, a su participación política  y a su consecuente organización.

Enviado por Sección Sindical de la Coordinadora Sindical de Clase (CSC) en Ayesa Advanced Technologies. 25/07/2014.
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