El sindicato CCOO Euskadi ha informado de que Osalan ha constatado la exposición a amianto, sin medidas de protección, de dos empleados del Hospital Donostia durante 30 años, un electricista y un fontanero enfermos por esta razón y por la exposición a rayos X ionizantes, en uno de los casos.
El sindicato ha calificado de «escandalosa la falta de medidas preventivas, máxime tratándose de un centro sanitario público».
En una nota de prensa, esta central sindical ha explicado que, como consecuencia de las denuncias realizadas por el Área de Salud Laboral de CCOO Euskadi, las investigaciones de técnicos de Osalan «han confirmado el incumplimiento por parte de Osakidetza de medidas de prevención relacionadas con la exposición al amianto de trabajadores de mantenimiento entre los años 70 y 90 en el Hospital Aranzazu de San Sebastián».
En la actualidad, según ha explicado el sindicato, «se realiza un inventario de la existencia de esta fibra cancerígena instalada y del personal que estuvo expuesto a la misma».
En este sentido, ha señalado que los casos investigados son, el de un empleado, recientemente jubilado, tras ejercer durante 18 años tareas como fontanero y calefactor.
«El trabajador se encargaba de la sustitución de placas en los precalentadores de cocina y en la zona de radioterapia, utilizando guantes de amianto en tareas sobre las juntas de las bridas para evitar fugas de vapor, reparación y sustitución de tuberías de fibrocemento o desagües de depósitos de agua», ha afirmado.
El otro caso, según ha dicho, es el de un electricista con 36 años de antigüedad en el Hospital, hasta que se le concedió una Incapacidad Absoluta por enfermedad común a consecuencia de cáncer de pulmón y uno anterior de Tiroides.
CCOO ha indicado que este empleado se encargó, hasta 1990, de la reparación de estufas de laboratorio, ebullidores o autoclaves portátiles, rompiendo, cortando y raspando placas de amianto al cambiar las resistencias averiadas.
«En este caso, además se considera que este operario estuvo expuesto a radiación X ionizante y a radiaciones microondas no ionizantes entre los años 70 y 80, no quedando probado si estuvo o no expuesto a radiaciones de cobalto», ha añadido.
CCOO ha denunciado que esta actividad de riesgo, «se desarrollo incomprensiblemente, sin mediciones higiénicas, sin portar un dosímetro de control de las radiaciones, ni vigilancia sanitaria específica», por lo que «el desconocimiento del riesgo era total».
A su juicio, es «un auténtico escándalo tratándose de un centro sanitario publico que ofrece una precaria protección de la salud de sus trabajadores».
Ante estos hechos, según ha señalado, el enfermo asesorado por CCOO Euskadi, solicitó al INSS el reconocimiento de la Incapacidad Absoluta «como derivada de enfermedad profesional y el correspondiente Recargo de Prestaciones por las nulas medidas de prevención frente a los riesgos higiénicos».
El responsable de Salud laboral de CCOO Euskadi, Jesús Uzkudun, ha subrayado estos hechos «nos obligan a reclamar la máxima compensación a los enfermos para cambiar la actitud de las empresas, Administraciones y Servicios de prevención por sus responsabilidades».
Todas ellas, en su opinión, «muestran un absoluto desprecio por los riesgos (higiénicos, ergonómicos y psicosociales), que aun no causando daños al instante, generan enfermedades que causan mayor perdida de días de trabajo y sufrimiento que los propios accidentes de trabajo».
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/09/29/paisvasco/1317287660.html