Este viernes cerca de 300 trabajadores de la fábrica de maquinaria John Deere, en Getafe, se han concentrado a las puertas de la empresa para rechazar la sanción impuesta al presidente del comité de empresa, Juan Manuel Aranda, de ocho días de suspensión de empleo y sueldo.
La sanción, por una falta muy grave, es injusta, desde el punto de vista de los sindicatos, ya que vino motivada por una acción informativa de Aranda en la que medió cierta violencia pero donde el presidente fue el agredido. Por eso amenazan con ocho días de huelga si la empresa no da marcha atrás y anula la sanción (que no se ha hecho efectiva todavía).
Según Aranda, esta sanción sentaría un precedente peligroso para el futuro. Sin embargo, a este conflicto se unen otros que van a negociar en conjunto por medio de las conversaciones que ya han emprendido con la empresa. Entre las denuncias sindicales está, por ejemplo la creación de un nuevo plan de empleo y contratación.
La empresa, con una nueva dirección, quiere contratar trabajadores a través de una ETT, una Empresa de Trabajo Temporal, según los sindicatos. Aranda ha señalado que desde el comité van a luchar por rechazar esos planes, ya que de no ser así se crearían dos plantillas paralelas, una con derechos reducidos.
Además el presidente del comité de empresa ha criticado que la empresa intente minar a la representación de los trabajadores, especialmente en una empresa con buenos resultados y con una buena situación laboral. Según Aranda, su convenio es “bastante bueno, fruto de la lucha sindical”, pero con el cambio de dirección “querrían eliminarlo”. Actualmente John Deere tiene cerca de 1.300 trabajadores en Getafe, el 90 por ciento de los cuales son afiliados a algún sindicato, según el comité de empresa.
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