La Confederación General del Trabajo (CGT) ha denunciado hoy que la multinacional española GSS prevé despedir a 98 trabajadores, repartidos entre Madrid y Barcelona, bajo la cobertura legal que ofrece la reforma laboral, «esgrimiendo razones económicas, productivas y organizativas».
La CGT considera en una nota de prensa la posibilidad de que GSS pretenda trasladar a Perú la gestión del trabajo de telemarketing que tiene contratado en España, por lo que -añade- «la sangría de trabajadores que perderían su empleo podría ser cercana a las 2.000 personas, que es la plantilla actual del Grupo GSS en España».
La estrategia, dice el sindicato, supondría un tráfico de datos personales sin precedentes de España a Perú de millones de clientes españoles, cuya información confidencial «quedaría desprotegida por procedimientos al margen de la Ley de Protección de Datos» que rige en España.
La Confederación General del Trabajo dice en su nota que la firma Global Sales Solutions Line, compañía del sector de telemarketing y principal empresa del Grupo empresarial -que facturó 95 millones de euros en el último ejercicio-, anunció el pasado día 2 un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a 56 trabajadores en la Comunidad de Madrid.
El pasado día 10, dice el sindicato, cuando el Comité de Empresa celebraba la primera reunión del periodo de consultas con la empresa, esta anunció otro despido colectivo en una de las campañas que gestiona del cliente Yell (Páginas Amarillas), multinacional de servicios de publicidad, que plantea despedir a otros 42 trabajadores, en esta ocasión repartidos entre Madrid y Barcelona.
CGT sospecha que «la verdadera intención de estos ERE no es otra que la de llevarse las campañas de su cartera, progresivamente, a Perú, donde tiene el principal nicho de su negocio».
El sindicato dice en su nota que GSS Line financia a las demás empresas que lo integran y se ha convertido en uno de los principales empleadores en Perú, con múltiples contratos de empresas españolas deslocalizados allí a través de GSS.
GSS «pretende deshacerse de 98 trabajadores de un plumazo» con el argumento de una previsión de pérdidas en 2012 «que no han sabido probar documentalmente» ante los miembros del Comité de Empresa.
La nota dice que, tras el anuncio del ERE en Madrid, el Comité de Empresa denunció la ilegalidad de las pretensiones de la empresa y le emplazó a buscar soluciones que no fuesen la salida de los trabajadores de la compañía.
La CGT añade que la dirección de GSS Line se niega a entregar a los representantes de los trabajadores el plan de viabilidad del Grupo y las cuentas de cada una de las empresas que integran el grupo, con sus saldos acreedores y deudores.
Estos documentos, dice la CGT, son «imprescindibles para obtener una visión real de la situación actual de la compañía y son necesarios si queremos conocer la radiografía del entramado de empresas» de esta multinacional que emplea a más de 7.000 personas en todo el mundo.
El Grupo GSS gestiona los servicios de atención al cliente por teléfono a muchas multinacionales españolas entre las que se encuentran BBVA, Telefónica, Banco Popular, Vodafone, Mutua Madrileña, Canal de Isabel II, Orange o Planeta.
La denuncia de CGT dice que el traslado de operaciones a Perú supondría «un tráfico de datos personales» sin precedentes de millones de clientes españoles.
Estos clientes, dice la nota, verían como quedaría desprotegida «la seguridad de sus nombres, números de documentos de identidad, domicilios postales y fiscales, amén de sus cuentas corrientes, facilitados a compañías de su confianza».
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