Con cáncer y a trabajar


«Presentismo» frente a absentismo. Médicos con tumores o lesiones graves que dejan de cobrar guardias, complementos y además se les descuenta un 25 % en el salario base renuncian a estar de baja, aunque no se tengan en pie, para no perder hasta dos mil euros al mes.

Vicente es un médico del hospital de La Plana a quien le diagnosticaron un cáncer de colon que, desafortunadamente, se le ha vuelto a reproducir a pesar del tratamiento. Él es uno de la media docena de especialistas de hospitales de la Comunitat Valenciana a los que ha tenido acceso este periódico que con una enfermedad muy grave -la mayoría tumores malignos – han solicitado el alta voluntaria para incorporarse al trabajo porque no podían afrontar su economía doméstica con recortes en el sueldo que llegan hasta los dos mil euros al mes para algunos.

El decreto 1/2012 de medidas urgentes para reducir el déficit, que aprobó el Consell el 5 de enero de este año, no solo incluye una reducción del 50% de la carrera profesional de los sanitarios, sino que además contiene una cláusula que se activa como una bala explosiva en contacto con el cuerpo y afecta a la población más débil: los enfermos de larga duración a quienes a partir del decimosexto día de estar de baja se les abona solo el 75 % del sueldo base, lo que a pacientes oncológicos como Vicente les lleva a perder 530 euros de sueldo al mes que no puede permitirse. Sin embargo su salud está tan deteriorada que su médico de cabecera se negó a darle el alta a pesar de la desesperación del enfermo por volver a ponerse la bata de facultativo.

En el hospital de Gandía, otro médico con cáncer de páncreas acoplaba los ciclos de quimioterapia a las fechas de alta, de modo que la víspera de iniciar el tratamiento se daba de baja y a los diez días volvía a pedir el alta voluntaria para evitar que le descontaran el fatídico 25 % del sueldo base.

«Y si podía se daba la quimio sin coger la baja; si podía soportarlo, lo soportaba y si no, se aguantaba», declaró a Levante-EMV el secretario del Sindicato Médico, Andrés Cánovas, que agregó que en alguna ocasión, los compañeros tuvieron que suplirle porque no se tenía en pie.

El inspector no quiso darle el alta
Otro especialista del mismo hospital recién salido de una operación vascular en la que le extirparon la placa de grasa de las arterias caróticas para reducir el riesgo de un ataque cerebral pidió el alta voluntaria pero el inspector médico se negó a dársela. Ahora está a la espera de que le concedan la invalidez permanente.

Otro médico del General de Alicante al que le pusieron dos stent -artilugio que ensancha las arterias- coronarios y estuvo en la UCI tres días, salió del hospital y se fue a su médico de cabecera para pedir el alta y volver a la consulta. «No podía permitirse el lujo de que le descontaran una parte sustanciosa del sueldo», agregó Cánovas.Un facultativo que cobra 4.000 euros al mes entre guardias, turnos, complemento de carrera y salario base puede llegar a perder hasta dos mil euros si le sobreviene una enfermedad crítica que le obligue a coger una baja prolongada.

«Es muy grave que cuando una persona se enfrenta el peor momento de su vida que es cuando más ayuda necesita, como tener a alguien que le cuide, se vea con los ingresos tan reducidos», expresó el portavoz del colectivo médico que relata la historia de otro especialista del hospital Lluis Alcanys de Xàtiva que acudió a pedir el alta voluntaria recién operado de un cáncer de pulmón. Además, otro facultativo del hospital Doctor Peset, intervenido de una hernia discal con complicaciones neurológicas, también tuvo que solicitar el alta prematura.

Cánovas llama la atención sobre el agravio comparativo que existe entre los médicos de los centros de la pública y los empleados en las empresas que gestionan los hospitales en concesión administrativa, «porque un médico de Alzira, Torrevieja o Denia que se coge la baja sí cobra el 100% a diferencia de nosotros», precisó.
El portavoz médico declaró: «somos la única comunidad autónoma que descuenta el 25% del salario base a los crónicos, otras no cobran los tres o los diez primeros días de baja pero al mes cobran el sueldo íntegro».

«A más diferencia entre lo que se cotiza y se cobra, más se nota»
Una médica del hospital Clínico de Valencia que estaba jubilada y que solicitó volver a su trabajo tuvo que ser intervenida de una lesión de cadera. Cuando vio la cantidad que le descontaban y cómo se le quedaba la nómina decidió optar definitivamente por la jubilación, porque cobraba más como pasiva aunque estuviera de baja que como empleada activa.

Este es uno de los casos que refiere el doctor Andrés Cánovas, secretario del Sindicato Médico de Valencia que apunta que su organización estudia elevar una queja deontológica ante la Conselleria de Sanidad al considerar «éticamente bochornoso» que al médico enfermo sea al que más se le castigue. «Cuanta más diferencia hay entre lo que se cotiza y se cobra, más se nota», agregó. Otras propuestas contemplan gravar algo los primeros quince días de baja que son los que abarcan patología más liviana y no penalizar a los enfermos más graves. p. g. b. valencia

http://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2012/06/16/cancer-trabajar/913523.html

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