Declarado nulo el despido a una mujer en tratamiento de fertilidad


«Tonta de mí. Avisé a la empresa de que iba a pedir una baja porque me iban a practicar la fecundación in vitro y al día siguiente me despidieron. Agarré un berrinche enorme, pero ese día terminé mi jornada laboral y al día siguiente me hice la prueba. Claro, con el estado de nervios en el que estaba, no funcionó». Así resume Yolanda Expósito lo que ocurrió el pasado verano.

Primero pensó en dejar el trabajo y seguir adelante con las pruebas para ser madre, pero luego reflexionó y decidió luchar contra la empresa. David contra Goliat y la historia volvió a repetirse. David ganó a Goliat. La empresa tuvo que readmitirla y pagar los salarios atrasados. Ahora sigue adelante con su trabajo y también con su tratamiento de fertilidad. «No voy a dejar de tener un hijo por culpa del trabajo», declara.
Pero rebobinemos. Yolanda Expósito trabaja desde 2007 en la empresa Twins Alimentación. Ante la imposibilidad de tener hijos se sometió a un tratamiento de fertilidad. «Nunca he dejado de trabajar por el tratamiento. Cambiaba turnos o me levantaba a las cinco de la mañana, iba a trabajar y regresaba si hacía falta después de la consulta médica», explica esta joven de 31 años. Después de varias pruebas fallidas, decidió someterse a una implantación de óvulos y comunicó a la empresa que iba a estar dos semanas de baja. Hacía falta que después de la prueba permaneciera en reposo para tener más probabilidades de éxito con la prueba.

Al día siguiente la empresa le envió la carta de despido. «Entré a trabajar temprano, y a las nueve y media de la mañana, me comunicaron que me despedían», explica. En la carta de despido la empresa alegó un bajo rendimiento en el trabajo y apatía, algo que esta trabajadora rechaza de plano. «Siempre he cumplido mi trabajo, incluso en ocasiones estuve más horas de las que debía». Pero la cosa no quedó aquí. Al día siguiente de recibir la carta de despido, la empresa presentó un escrito admitiendo la improcedencia. Y tras su despido -según consta en la sentencia- se contrató a otra persona a media jornada.

La sentencia juzga que el despido es nulo y considera que la empresa ha discriminado a esta trabajadora por razón de sexo. Es una sentencia pionera en España y es que se considera por primera vez a una trabajadora en tratamiento para quedarse embarazada como si lo estuviera. Así lo explica su representante sindical, Sonia Argüelles (USO), gran defensora de la conciliación de la vida familiar y laboral de cualquier mujer. Argüelles expone que en el sector de la alimentación se han dado pasos enormes en este campo, pero todavía queda mucho por hacer. «Llevamos dos años y medio trabajando para conseguir reducciones horarias o jornadas acordes con los horarios de los niños», explica.
Cuando comunicaron el despido a esta trabajadora, acudió a USO. El sindicato y la letrada Isabel Labat analizaron el caso antes de presentarlo ante los tribunales porque no había jurisprudencia sobre este tema, salvo casos aislados en Europa. La sentencia es muy clara.
Expone que el despido de una trabajadora basado fundamentalmente en el hecho de que se someta a un tratamiento de fecundación in vitro «constituye una discriminación directa basada en el sexo». Y recuerda la pohibición de despido de trabajadoras embarazadas. Es aquí donde radica la novedad de la sentencia, que otorga el mismo tratamiento a una embarazada que a una persona en tratamiento de fertilidad.
Hoy Yolanda Expósito sigue trabajando y adelante con su tratamiento de fertilidad. Hay buen ambiente con sus compañeras de trabajo, pero reconoce que quien le despidió «hoy no me mira a la cara». A ella le da igual, el poder ser madre algún día en el futuro es su prioridad, pero ello no quita que defienda sus derechos como mujer trabajadora.

http://www.eldiariomontanes.es/v/20120219/cantabria/juez-declara-nulo-despido-20120219.html

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