El empresario condenado por explotación laboral en un taller textil chino elude la prisión


Un año de prisión que eludirá con el pago de 2.160 euros de multa, así como el abono de otra sanción de 1.800 euros. Es la pena que aceptó ayer por explotación laboral el empresario chino del taller textil clandestino descubierto en 2010 en la parroquia de Valladares. La Policía Nacional llegó a identificar a 12 ciudadanos asiáticos que trabajaban y hacían jornadas laborales extenuantes en la vivienda de Camino do Cañizo donde se ubicóel centro de confección, en la que fue la primera operación policial de estas características en Vigo, pero solo uno de ellos denunció los hechos que han acabado sentando al acusado en el banquillo. Éste, Z.Z., asumió la autoría de un delito de imposición de condiciones de trabajo ilegales e indemnizará con 6.000 euros a la víctima, que, obligado a pagar una deuda de 16.000 euros, trabajaba 14 horas diarias.
La vista se celebró ayer en el Juzgado Penal 3. El empresario se enfrentaba a 2 años de prisión, pero el acuerdo entre fiscal y defensa lo rebajó a un año sustituible por multa. Para el pago de la indemnización responderá como responsable civil la empresa «Confecciónes Ángel C.B.»que el condenado constituyó en 2007 con una compatriota suya. El centro estaba en una vivienda cuya planta baja y superior estaban habilitados como taller, con maquinaria textil. Los trabajadores, entre ellos el denunciante, dormían en pequeños habitáculos hechos con paredes de aglomerado en un garaje «en pésimas condiciones de habitabilidad», según dijo entonces la Policía. La Fiscalía concreta en su escrito que eran ocho los habitáculos habilitados como dormitorios, con cama y armario. En otras plantas de la casa vivían varias familias, entre ellas el acusado.
Este empresario era el encargado de contratar a los trabajadores. En 2007 contactó con el denunciante cuando éste estaba en su país de origen. Según la Fiscalía, «a sabiendas de la situación de penuria económica que sufría y abusando de la misma, le ofreció la posibilidad de trabajar en Vigo». A cambio de un trabajo, le exigió el pago de una deuda de 16.000 euros que abonaría descontándola de su sueldo, «de manera que no percibiría cantidad alguna por su trabajo hasta el abono» de tal cantidad, aunque prometiéndole que le prestaría dinero cuando lo necesitara.
Este trabajador aceptó las condiciones «dadas sus necesidades económicas, sus cargas familiares y escasos recursos», ya que en China tenía mujer y dos hijos y su sueldo era de 1.000 euros al año. Llegó a España en agosto de 2008 vía Barajas (Madrid) y el acusado lo fue a buscar a la estación de autobuses de Vigo, desde donde lo llevó a la vivienda de Valladares. Para facilitar su entrada en España, el condenado echó mano de contactos familiares y se le tramitó visado de residencia y trabajo mediante un puesto de trabajo como cocinero en un restaurante chino.
La Fiscalía dice que desde su llegada a Vigo el condenado se apoderó del sueldo de este hombre para el abono de la deuda, salvo 1.500 euros que le dio en concepto de préstamo, imponiéndole una jornada de 14 horas al día y restringiendo su libertad personal al retener su pasaporte y permiso de residencia y trabajo, así como al imponerle la residencia en la vivienda-taller. La víctima, «dada su falta de recursos económicos, su desconocimiento del idioma español, su desarraigo social y personal y la imposibilidad de usar su documentación, no tuvo más remedio que someterse a dicho abuso» hasta septiembre de 2010. En esa fecha, ante la negativa del acusado a cancelar su deuda bajo el pretexto de incrementarla con intereses de 3.000 euros, se marchó de la empresa y presentó la denuncia que originó la operación policial.

http://www.farodevigo.es/gran-vigo/2012/07/04/empresario-condenado-explotacion-laboral-taller-textil-chino-elude-prision/662392.html

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