La sentencia confirma como probado que la empresa tuvo un comportamiento generalizado de persecución sindical contra CCOO, cuyo objeto era el desprestigio y la limitación de la capacidad de actuación de CCOO y favorecer a los candidatos de Fetico y UGT. La sentencia requiere a la empleadora (SIGLA) para que cese en el comportamiento antisindical consistente en ejercer presiones directas y amenazas de despido a los afiliados a CCOO que se presenten como candidatos a las eleccione.
El Tribunal Supremo condena a Vips por prácticas antisindicales
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