«La situación de las empleadas de hogar se ha complicado con la crisis», asegura Victoria Agudo, responsable del sector de Limpieza y Servicios a la Sociedad de la UGT de Cantabria. En los últimos meses se han producido despidos, sin que haya una razón de peso. La crisis es la que parece estar en el fondo y las primeras en pagarlo han sido las empleadas del hogar. En septiembre, de los 217.038 trabajadores dados de alta en la Seguridad Socia, solamente 3.716 pertenecían al sector de hogar. Parece claro que la cifra es más alta.
C. V. es colombiana y lleva 11 años en España. Pide que no se divulge su nombre, pero quiere contar su caso, un ejemplo de las dificultades de este sector de trabajo sumergido. Reúne buena parte de los rasgos del perfil de las empleadas del hogar en la autonomía: mujer y extranjera; entre 40 y 50 años, y, generalmente, separada y con hijos a su cargo, aunque en muchos casos se quedan en sus países cuidados por familiares.«Llevaba diez años trabajando y viviendo en una casa y un día me dijeron que me fuera. No me lo podía creer. No lo puedo superar», dice esta colombiana que tuvo que abandonar la casa en el que trabajaba y vivía junto con su hija. Ahora busca piso mientras limpia por horas, pero no puede olvidar el maltrato recibido. «Cada vez que me negaba a algo me decían que a dónde iba a ir con una hija a mi cargo si me echaban a la calle. Al final, lo hicieron».
UGT ha editado una guía con la regulación de la relación laboral del servicio doméstico. Está en cuatro idiomas: español, ucraniano, ruso y árabe. En la misma se recoge el tipo de contratos, los permisos y vacaciones. En general, un régimen muy alejado de la realidad de otros sectores laborales. Dos apuntes: no tienen derecho al paro y la baja laboral no empieza a contabilizar hasta el día 29.
«Los sindicatos hemos venido luchando para lograr que mejoren las condiciones de este sector y ahora se ha logrado un plan para que entren a formar parte del régimen general de la Seguridad Social. Es un proceso que comenzará a partir de 2012». Desde el sindicato plantean que aunque conozcan casos de empleadas de hogar sin contrato y los denuncien, los inspectores no pueden entrar en los domicilios privados.
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