«Me despidieron del colegio por decir que soy gay»


28 años en un mismo centro de enseñanza. El colegio concertado del Patronato del Sagrado Corazón de Jesús, en Cartagena (Murcia), ha sido la casa de José Albes desde los 9 años, cuando entró para cursar tercero de EGB. «Luego me involucré en las Juventudes Marianas Vicencianas, fui catequista e, incluso, mientras estudiaba Magisterio, iba disfrazado de Rey Mago a las fiestas que organizaba el centro por Navidad», explica Albes por teléfono. Ahora, a sus 37 años, y después de pasar ocho como docente, ha visto cómo las mismas monjas que le animaban a ser sacerdote en su juventud, supuestamente le expulsan por hacer pública su homosexualidad.

Hace tres años se separó de su mujer y este curso pasado decidió que era momento de dejar de esconder su condición sexual. «Hay que ser coherente e intentar ser feliz», recalca.

José Albes llevaba 28 años vinculado al centro, un concertado religioso

CCOO Murcia se ha hecho eco de esta situación y ha advertido de que, en el caso de ser ciertas las acusaciones, «no puede seguir manteniéndose un colegio que recibe fondos públicos y que comete comportamientos ilegales».
Tensiones

Las tensiones con la dirección del centro, propiedad de las Hermanas de la Caridad, venían ya de lejos, según la versión de Albes. Y su declaración de homosexual ha agravado la situación. Siempre según su versión, desde hace seis años este docente venía denunciando ante la dirección los posibles casos de menores en riesgo de exclusión social que acuden a clase en su colegio. Al no recibir respuesta, Albes acudía entonces a la Consejería de Educación para que, de esta forma, esta pudiera actuar.

La carta de despido se limita a decir que este profesor, de seguir en el colegio, podría causar «un perjuicio grave para sus alumnos y la imagen del centro».
Indemnización

«El hecho de dar a conocer que soy homosexual ha precipitado todo, desde entonces han querido quitarme de en medio», apostilla Albes. A mediados del pasado mes de agosto, la dirección le comunicó su destitución y le ofreció una indemnización de 30.000 euros. Sin embargo, el docente contrató un abogado para presentar un recurso ante los tribunales. No quiere que le readmitan, sino que el Patronato rectifique las acusaciones de perjuicio a los alumnos.

Este docente salió del armario y eso agravó su relación con la dirección

Este diario intentó, sin éxito, recabar ayer una versión por parte de la dirección del centro.

En estos años, Albes ha dado clase a niños de 8 y 9 años y ha fundado una ONG para la defensa de la infancia. Con esta polémica, asegura haber recibido el apoyo de muchos padres de alumnos. «Me dicen que no pueden entender cómo en los tiempos que corren un profesor puede ser despedido por ser homosexual», afirma.

Por su parte, el presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), Antonio Poveda, recuerda que «no es el primer caso de despido homófobo que se da» y lamenta que aún no se haya aprobado en esta legislatura la Ley de Igualdad de Trato.

«En ese supuesto sería el centro y no el afectado quien debería probar que no cometió un delito por comportamiento homófobo», concluyó Poveda, antes de incidir en la importancia de acercar la diversidad sexual a todas las aulas.

http://www.publico.es/espana/396589/me-despidieron-del-colegio-por-decir-que-soy-gay

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