Presente en la conversación se encontraban también, como hemos indicado con anterioridad, el presidente y el secretario del Comité. El primero de ellos, José María Romero, hizo un paréntesis cuando hablábamos con Morales de la reestructuración de líneas…
—La solución al tema del transporte urbano no pasa por la modificación de líneas especialmente. En los veintidós años que levamos en la empresa, el principal problema de Aura. Cojetusa o Urbanos Amarillos es que que, en el momento que tienen un problema, dejan de pagar, de cumplir el convenio y lo que hacen es es utilizarnos a los trabajadores para presionar. Y con ello lo que intentan continuamente, diciendo que si cobramos o si hacemos esto o lo otro, es la desacreditación de los trabajadores para dejarlos sin dignidad y sin derechos.
—Ya lo hemos comentado con Ángel Morales, pero el caballo de batalla entre trabajador y usuario siempre es el dichoso salario.
—Se ha demostrado que no es cierto que cobramos lo que dicen, porque hemos enseñado nóminas en televisión y en medios escritos y ninguno de los trabajadores del transporte urbano gana tres mil euros y me refiero conductores, inspectores, administrativos, que los jefes o los director de Departamentos ganan más dinero, cierto, pero un trabajador de transportes urbanos puede estar entre los 1.300 y los 1.700 euros y eso hoy lo gana cualquiera…
—¿Entonces?
—Repito que el principal problema es la utilización de los trabajadores para presionar a su vez para perjudicar al comercio y a todo el mundo. Cojetusa se fue con una deuda de tres años que equivalían a 33 millones de euros, pero ha estado en Jerez diecisiete años. ¿Cuánto dinero ha ganado en esos catorce años anteriores? Urbanos Amarillos ha venido y ni siquiera ha apostado por esto y la concesión es de 7.600.000 euros anuales. Vino el primer mes y para cobrar diecinueve días nos obligó a hacer una huelga. ¿Por qué? Porque vino por un compromiso, su permanencia aquí era muy incierta. De hecho su estancia se presumía corta, pero, por circunstancias, ha tenido que permanecer.
—Y los trabajadores de huelga ya doce semanas.
—Y pregunto. ¿Cuántos días de huelga llevamos desde que llegó Urbanos Amarillos? ¿Cuánto tiempo se ha privado al pueblo de Jerez del transporte público? ¿Cuántos meses llevamos sin cobrar? ¿Cuánto prejuicio se le está haciendo a Jerez? ¿Cuánto se podría haber evitado si no se le permitiesen a empresas tan piradas como ésta que manipulen a unos trabajadores para conseguir su objetivo? Porque ellos van buscando su objetivo, pero, desgraciadamente, las miserias humanas llevan a mi vecino a pensar que yo gano mucho y quiere mi daño a pesar de que él beneficio no se lleva ninguno…
—Lo que comentaba de la desacreditación de la imagen del profesional del transporte urbano.
—Desde hace tiempo se está intentando desacreditar, no a nosotros sino a cualquier trabajador que preste un servicio público. Somos así. Nos lo creemos. Nos creemos que el vecino gana tres mil euros y trabaja dos días a la semana y el resto del año se lo regalan. No es cierto. Interiormente todos sabemos que no es verdad lo que está pensando, pero nadie quiere reconocerlo. Si empezásemos por ahí, probablemente se arreglarían muchos problemas que hay no solo Jerez sino en toda España.
La conversación con Ángel Morales, con José María Romero y con Juan González había llegado a su fin. Tenían que seguir con sus movilizaciones y tratando de adivinar un futuro, que puede pasar, según las noticias de última hora, por una gestión bancaria del Ayuntamiento para poder cobrar por anticipipado un dinero de los fondos ICO. Es complicada la operación, aunque es una puerta a la esperanza. Y es que con la empresa siguen sin tener contactos, hasta tal punto que confirmaban que “esta semana no ha venido por aquí ningún directivo. Antes venía alguno, pero desde el lunes no ha venido nadie. La limpiadora le abre la puerta al inspector para que pueda dar el servicio”. La dejación de Urbanos Amarillos es total y, según indicaban, “no pasa eso solo con el servicio de Jerez sino que ya tenemos noticias de cómo está la situación en otras partes como Utrera o Dos Hermanas donde tienen concesiones. Aquí ni siquiera sacan 60 euros para una goma. Es increíble todo lo que está ocurriendo”. Mañana lunes, nuevamente, los trabajadores de transportes urbanos seguirán la huelga tras el paréntesis del fin de semana. Será su décimotercera semana de huelga, aunque Morales confía en que “esto no se alargue demasiado y la solución llegue cuanto antes para que podamos trabajar que es lo que queremos. A nadie le gusta estar pasando las fatigas que estamos pasando, queremos trabajar, pero tenemos que cobrar”. De momento se anuncian reuniones municipales con la empresa, en los dos frentes que hay abiertos, el transporte rural y el urbano. La alcaldesa está buscando soluciones y los trabajadores aguardan con esperanza.

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