Trabajo saca a sus inspectores de noche en busca de empleo sumergido en la hostelería


La lucha contra el empleo sumergido y el fraude laboral es ahora una guerra sin cuartel. De día o de noche, los inspectores de Trabajo visitarán sorpresivamente empresas, negocios y actividades en las que sospechen que existen trabajadores en situación irregular (sin contrato, con parte del salario en negro, con cotizaciones no ajustadas a la realidad…) o falsos autónomos.

La campaña arrancó el pasado 1 de agosto y se prolongará hasta finales de septiembre y ha situado las actividades hosteleras, turísticas y de ocio en el punto de mira, lo que no será óbice para que se realicen peinados en otros sectores (construcción, despachos y oficinas), según confirmaba ayer la jefa en funciones de la Inspección de Trabajo de Pontevedra, María Luisa García.

En aquellos controles nocturnas que se vayan a realizar en locales de copas, discotecas o entre los actividades que proliferan en torno a las fiestas y convocatorias lúdicas y en los que los inspectores teman algún tipo de incidente acudirán acompañados por agentes de la Policía Nacional o la Guardia Civil.

La colaboración entre las Fuerzas de Seguridad del Estado y la Inspección de Trabajo es también habitual, por imperativo legal, en las redadas de Extranjería.

Tras el período de gracia de tres meses dados a los empresarios para que regularizasen los contratos de sus empleados de manera voluntaria, Trabajo endurece sus controles con el fin de detectar irregularidades laborales, sancionar a los empleadores infractores, restituir los derechos de los trabajadores y las obligaciones fiscales de los empresarios.

Discrepancia

El objetivo es compartido por los empresarios hosteleros y turísticos de Pontevedra que critican el «trato injusto» que recibe el sector al ser situado siempre bajo el foco de la sospecha del fraude laboral.

El presidente de la asociación Hosteleiros Asociados de Pontevedra (Hoaspo), Salvador Santiago, lamenta «el ruido» que se está haciendo con la campaña contra el empleo sumergido puesto que, tal como recuerda este hostelero de la ciudad, ya se hicieron controles sorpresa similares y «a horas intempestivas, a las once o doce de la noche» en los dos últimos años sin que se resaltase tanto.

Recuerda María Luisa García que a los infractores que se localicen a partir de ahora serán sancionados con cuantías que oscilan entre un mínimo de 3.000 euros y más de 10.000, una circunstancia que añade «interés» a los empresarios del sector para tener todo en regla.

En el período voluntario –calificado como una «amnistía» empresarial por parte de los sindicatos– , los empleadores que regularizaron la situación laboral de los trabajadores no sólo no fueron sancionados sino que pudieron aplicar los beneficios fiscales y ayudas oficiales a la contratación existentes.

Práctica en aumento

Desde Trabajo se reconoce que el empleo sumergido y es una «práctica» que viene de atrás pero ha ido «in crescendo» con la crisis. De acuerdo con los datos que maneja el subdelegado del Gobierno de Pontevedra, Delfín Fernández, el fraude laboral de la provincia se cifra en 1.455 millones de euros.

«En los últimos tres años ha aflorado 4.500 empleos sumergidos en la provincia, a una media de 1.500 empleos anuales» señalaba a principios de verano Delfin Fernández, quien acompañado por responsables de la Inspección de Trabajo mantuvo encuentros informativos con asociaciones de autónomos y organizaciones empresariales para dar a conocer el plan de lucha contra la economía y el empleo sumergido del Gobierno.

El éxito o fracaso del período voluntario de regularización del empleo sumergido está por evaluar. No será hasta septiembre cuando el Ministerio de Trabajo haga público el número de altas a la Seguridad Social realizadas al amparo del período de gracia y los sectores en los que se formalizaron.

Organizaciones empresariales como Aempe auguraron un eco «limitado» para el plan gubernamental contra el fraude laboral. Su presidente, José María Corujo, habló de «campaña de imagen» al considerar que las medidas no sólo aportaban nada nuevo sino que recortaba los derechos de los trabajadores ya que en el período de gracia no se reconocía su «historia» laboral sumergida.

http://www.farodevigo.es/portada-pontevedra/2011/08/04/trabajo-saca-inspectores-noche-busca-empleo-sumergido-hosteleria/568569.html

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