El secretario provincial de UGT de León, Arturo Fernández, ha afirmado hoy que si aflorara la economía sumergida «se acabaría la crisis en España» y ha opinado que no llevarlo a cabo es reírse de los trabajadores que hacen «muchos números» para llegar a fin de mes.
En un encuentro con los medios de comunicación, Fernández ha hecho una serie de peticiones al nuevo Gobierno para que haga frente a la difícil situación económica que sufre el país, entre las que ha citado, además, la implantación de una fiscalidad progresiva, para que las rentas de capital tributen igual que las del trabajo.
Fernández, quien ha pedido asimismo al nuevo Gobierno «que tome decisiones firmes y desde el principio», ha subrayado que «no es de recibo» que un trabajador tenga que pagar por su salario un IRPF mayor que el que se aplica a las ganancias que se obtienen en la bolsa o en cualquier operación empresarial.
Asimismo, ha pedido que no se hagan recortes «en ningún caso», ni en los presupuestos, ni en los sueldos, ni en las infraestructuras, porque con eso «se van a generar más despidos y más precariedad», ha opinado.
A este respecto, ha añadido que los salarios en España ya son inferiores a los de otros países de la Unión Europea y que si se reducen, el consumo bajará en el mismo porcentaje, con lo que se entrará «en una espiral de la crisis, en la que no se gasta, no se comercializa, no se produce, se cierran empresas y hay más paro».
«La situación de precariedad que estamos viviendo va acompañada de recortes en sanidad o en educación», ha incidido Fernández, quien ha añadido que, en algunos colegios públicos de la provincia de León, los recortes van más allá de una bajada salarial y llegan a afectar a servicios como el de calefacción.
En este sentido, ha explicado que hay algunos centros que se están planteando encender la calefacción cada dos días porque «no tienen dinero», un ejemplo, según ha dicho, de que esos recortes afectan a las clases más necesitadas, ya que «esa medida seguro que no se ha tomado en las ayudas a los colegios concertados y privados», ha sostenido.
Tras estas consideraciones, Fernández ha hecho un análisis de los distintos sectores económicos en León, una provincia que ha perdido 5.000 trabajadores y 500 empresas durante 2011, según ha afirmado.
En este sentido, ha apostado por que el carbón vaya más allá de 2018 y se incluya en una estrategia energética nacional, dado que la captación de dióxido de carbono es ya una realidad y ya no es «excusa» decir que contamina, ha puntualizado.
Ha detallado que los sectores eólico y fotovoltaico han sufrido un «revés importante» y ha reclamado que se potencie la biomasa, que está «sin explotar» en toda la provincia, y que se fortalezca la producción agraria.
También ha pedido que se mantengan los principales proyectos de infraestructuras públicas, como la autovía León-Valladolid, que considera una «exigencia», y la línea de alta velocidad, porque son obras que crean «bastante empleo», ha concluido.
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