Víctima por partida doble


Una empresa con sede en Vitoria ha despedido a una vecina de Haro que se encontraba de baja como víctima de violencia de género. La firma, que se dedica a la gestión comercial y trabaja para varios bancos, ha reconocido el despido improcedente y le ha concedido una indemnización de 326 euros, una cantidad que, además, le hace ir a cobrarla a León, donde se encuentra el domicilio fiscal.
La joven quiere recurrir el despido para que sea declarado nulo, ya que la Ley Integral contra la Violencia Doméstica especifica que la trabajadora que se vea obligada a abandonar su puesto de trabajo como consecuencia de ser víctima de malos tratos tiene derecho a hasta seis meses de interrupción de sus actividades y a la reincorporación automática cumplido este periodo.
La joven jarrera llevaba cuatro meses trabajando en uno de los puntos que la empresa tiene en un centro comercial de la capital alavesa. Una discusión con su pareja el pasado 30 de marzo desencadenó los hechos que han terminado con el despido de la víctima.
Ella, que vivía con su pareja en un municipio burgalés cercano a La Rioja, tuvo «una discusión bastante fuerte» con su novio el pasado 30 de marzo, según consta en la denuncia presentada por la víctima en el cuartel de la Guardia Civil de Haro. El hombre «le agarró del cuello y empezó a agredirla», según consta en el documento. Después de ese día, ella continuó acudiendo con normalidad a su puesto de trabajo y, según asegura, «el nivel de producción en mis ventas seguía siendo el mismo».
Pero el 12 de abril, cuando la joven estaba trabajando, «habló por teléfono con el denunciado y éste le dijo a voces que estaba rompiendo todas sus cosas». Al llegar a casa, según consta en la denuncia, su pareja le esperaba «en el garaje y empezó a arrojarle cosas, troncos de leña y todo lo que tenía a mano. La tiró al suelo y le dio patadas en las piernas». La víctima, aprovechando que el presunto agresor se había marchado, aprovechó para recoger parte de sus cosas con la intención de irse a casa de su madre, en Haro, pero su pareja «regresó y empotró el coche» contra el vehículo de la mujer.
Cuando ella volvió más tarde con su hermano para terminar de recoger sus pertenencias, su pareja «agredió a su hermano y volvieron a discutir». Incluso cuando se marchaban, y ante la presencia de vecinos, «se subió encima del capó y empezó a golpearlo».
La víctima se fue de la casa en la que vivía en régimen de alquiler y que, según sus palabras, sólo pagaba ella. «Él se ha quedado allí, pero yo lo que quiero es volver a mi casa y que él se vaya», asegura.
La mujer presentó la denuncia cinco días más tarde, y el 19 de abril le concedieron en el Juzgado de Miranda de Ebro la orden de alejamiento. Así, los jueces acordaron la prohibición al hombre de acercarse a una distancia inferior a 200 metros de su ex pareja.
Asegura que le contó a su jefe lo que había pasado y éste le recomendó que «gastara días de vacaciones». Ella se cogió una semana entre el 17, día que puso la denuncia, y el 23 de abril, y después estuvo de baja entre el 24 y el 30 del mismo mes.
El 2 de mayo acudió a trabajar y el 14 pidió ausentarse porque le daban «ataques de ansiedad y quería ir al médico». La facultativa le dio la baja y al entregarla al día siguiente, la empresa le firmó el despido

http://www.larioja.com/v/20120523/rioja-region/victima-partida-doble-20120523.html

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