El Ministerio de Trabajo ha pedido al Grupo Pescapuerta, propietario de Elmar, las cuentas de todo el año 2012 que justificarían el nuevo expediente de extinción laboral (ERE) presentado para la mitad de la plantilla. Unas cuentas que, a juicio, del comité de empresa estarían “manipuladas” por lo que el ERE presentado “podría ser fraudulento”.
Según el presidente del comité de la empresa de congelados ubicada en Onzonilla, Ricardo López, Pescapuerta había presentado sólo las cuentas de los tres primeros trimestres del año “afirmando que las del último trimestre no eran relevantes y ahora Trabajo les solicita todos los gastos del pasado año”.
Un hecho significativo para la representación sindical quien apunta que la empresa había presentado cuantiosas pérdidas de la factoría en el primer trimestre del año “como si la planta hubiera estado funcionando a pleno rendimiento”. En este sentido, López recuerda que durante estos meses y mientras se dilucidaba el ERE presentado en aquella fecha la actividad de la fábrica “estuvo totalmente paralizada”. Añadiendo, que sólo tras el acuerdo laboral que supuso el despido incentivado de la mayor parte de la plantilla se reanudo la actividad con el embolsado en planta a partir del 20 de marzo por lo que “desconocemos de dónde pueden venir las pérdidas de la planta durante estos meses y que serían en parte las que justificarían el nuevo ERE”.
Hay que recordar que el Grupo Pescapuerta, propietario de Congelados Elmar, presentó en enero un nuevo expediente de regulación laboral (ERE) de extinción para el 50% de su plantilla, 24 de los 49 trabajadores.
Este es el tercer expediente que presenta el grupo gallego en Elmar en un periodo de poco más de un año, aunque de los dos anteriores sólo prospero uno de ellos en febrero de 2012 al que se sumaron de manera voluntaria 159 trabajadores tras acordar con la representación laboral una indemnización de 45 días por año trabajado.
Desde el grupo gallego se justifica el nuevo expediente en la crítica situación que vive la empresa, al borde del concurso de acreedores y con unas importante pérdidas acumuladas en 2012. El nuevo ERE provocaría el fin de la producción y embolsado de la emblemática empresa leonesa.