El conflicto de Lantero amenaza con reabrirse al cobrar solo los ´no huelguistas´


En la plantilla de Lantero reina un ambiente muy tenso. Ya el propio día en el que los trabajadores aprobaron en asamblea -el 7 de febrero- poner fin a la huelga y aceptar el preacuerdo al que Comisiones Obreras había llegado con la empresa, los rostros de algunos empleados no desprendían euforia, ni siquiera alegría. Y es que después de un duro conflicto con la huelga más larga de Galicia, la desconfianza seguía estando a flor de piel. Igual que ahora. Un mes después de alcanzar el pacto, Lantero ni ha readmitido a los 48 operarios despedidos ni ha pagado todas las nóminas del mes de febrero. Según el comité, solo ha cobrado el personal que no secundó la huelga, una acción que la plantilla entiende como una "discriminación".

El presidente del comité, Jesús López, explica que la compañía cartonera debería haber abonado los salarios el 27 de febrero, pero no lo ha hecho, o al menos no a todo el cuadro de personal, lo que sumado a la falta de readmisión de los 48 despedidos ha llevado al comité a sopesar la reapertura del conflicto, ya sea de forma judicial o con una nueva huelga. "Damos uno o dos días de plazo", advierte López.

Fuentes de la dirección aseguran que "las transferencias están hechas", por lo que sería cuestión de días que los trabajadores ingresasen sus retribuciones laborales en sus respectivas cuentas bancarias. La situación económica de algunos es muy precaria, pues llevan sin cobrar desde octubre, cuando arrancó una huelga que se prolongaría durante 117 días.

Y es que los cerca de cuarenta operarios que se reincorporaron a la fábrica de forma escalonada desde el 11 de febrero ya estaban fuera del ERE extintivo. En cuanto a las 48 personas despedidas en enero, todavía esperan a ser readmitidas y por tanto a que la empresa cumpla el acuerdo firmado. Desde el "staff" aseguran que las cartas de readmisión se enviarán hoy mismo mediante burofax.

Por tanto si se cumplen los plazos de la firma cartonera, no se reabriría el conflicto laboral que ha tenido en vela a toda Vilagarcía durante varios meses, pues de la fábrica de O Pousadoiro de Lantero viven nadas más y nada menos que 131 familias.

Pero hasta que no se produzcan esos hechos, la tensión entre la plantilla sigue estando ahí. Todavía no está definido cómo se estructurará el ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo). Lo único que ha trascendido fue que durará 21 meses, será rotatorio y ningún trabajador estará afectado durante un periodo superior a seis meses ni durante tres consecutivos. Este ERE temporal no afectará a toda la plantilla de la fábrica, pues el departamento comercial quedará exento debido al esfuerzo que debe hacer la empresa en recuperar y afianzar de nuevo a los clientes, según declaraciones de la propia dirección. El ERTE afectará fundamentalmente al personal de producción.

Durante ese periodo de 21 meses se realizarán 18 amortizaciones de puestos de trabajo, que se repartirán entre prejubilaciones forzosas para todos los trabajadores mayores de 56 años, mientras que el resto de bajas se efectuarán "preferentemente" de forma voluntaria. Los empleados que se acojan a esta modalidad recibirán una indemnización de 35 días de salario por año trabajado durante 27 mensualidades.

Al resto de la plantilla que permanecerá en la factoría de O Pousadoiro se le aplicará una rebaja salarial media de un 10%. No obstante, las nóminas inferiores a los 20.000 euros brutos al año no se tocarán. Perderán más los trabajadores que más ganen.

 
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