Diario de un empleado de hotel en Tenerife Sur: ¿alguien cobra horas extras?


Informante Tenerife Sur nos envía un pequeño relato donde detalla la sucesión de abusos que contempla en tres días como empleado de un hotel. La mayoría de los trabajadores exceden ampliamente las horas de contrato, pero no cobran ninguna hora extra.

Os relato una serie de situaciones laborales con las que me he topado sin querer:

1.- Lunes 20 de agosto a las 6 de la tarde. Uno de los ascensores no funcionaba. Aviso a la empresa mantenedora. Me responde el técnico de guardia. Decía que era festivo local en su empresa (en la otra punta de la isla) y que estaba él solo para toda la isla y encima con varias averías pendientes. Le dije que si no podía ese día, que acudiesen al siguiente a primera hora sin falta. Así quedamos y di por hecho que hasta el martes, nada. Cuál fue mi sorpresa cuando se presenta a las 21:50 h. en el hotel. Se puso a buscar el fallo y cuando lo encontró eran casi las 23:00h. Me dijo que no había comido ni cenado, que estaba solo de guardia en su empresa para toda la isla. A la pregunta de si le pagaban las horas extras, sonrió y respondió que le darían 8€ por esa avería por estar dentro de contrato. Me pidió un vaso de agua porque estaba casi deshidratado y ni había tenido tiempo para beber. Por suerte tenemos agua fría en abundancia.

2.- Martes 21 de agosto. Había que hacer una importante modificación en la señal de tv en todo el hotel. El técnico había entrado en el mismo sobre las 12 del mediodía. Vino solo  por lo que le estuve ayudando mientras podía. Cuando se fue eran las 8 y pico de la noche y debería haber salido a las 4 de la tarde. Antes de marchar le pregunté si le pagaban las extras y respondió que no. Añadió que sólo había comido un bocadillo que se trajo de casa. También me pidió agua porque no podía mas.

3.- Miércoles 22 de agosto. Vino el técnico de la cerveza a limpiar los grifos de la misma. Fui con él a limpiar el último que le quedaba. Este pobre chico era el que peor aspecto tenía. Portaba una maquinita que le controlaba el tiempo exacto de cada limpieza. Lo que se excedía en una limpieza tenía que recuperarlo en otras. Hacía horas extras, pero no las cobraba. Eran las 4 y pico de la tarde y no había comido; antes de irse me pidió por favor un vaso de agua y se bebió al menos 3. Todavía le quedaban más limpiezas en otros locales.

4.- El segundo jefe de mantenimiento. Se come unas buenas broncas de los de arriba, tiene que venir algún día libre cuando hay eventos, tiene que controlar el trabajo de los técnicos, tiene que hacer los horarios, tiene que tener el móvil siempre disponible y tiene que trabajar como uno más… por el mismo sueldo que los técnicos y sin recuperar una sola hora extra.

5.- La encargada del supermercado. Ya hace mucho tiempo que se inventaron la figura de «la responsable»: una operaria más del super, que ejerce de encargada cuando la otra no está, pero que no cobra ni un euro más por esa responsabilidad. Ahora, ante la inesperada marcha de «la encargada de verdad», se inventaron otra encargada que cobra lo mismo que otra operaria cualquiera del super. Total, que consiguieron poner a encargada y segunda encargada por el precio de una cajera o reponedora. También se inventaron una hora más de trabajo por la tarde para cerrar sobre las 10 de la noche y salir a las 22:30h. o más tarde… por el impresionante precio de 5€ por cada día que te toque de tarde mientras dure ese horario.

Estas son sólo algunas de las joyas de la creciente e imparable precariedad laboral que se puede vivir en el sur de Tenerife. Una auténtica e imparable esclavitud.

¿Quién cree que de esta forma puede bajar el paro? Las dictaduras se enrocan cuando las cosas van mal. Es lo que está haciendo el capitalismo salvaje. Quiero lanzar una idea: que se proponga EL TRABAJO COMO BIEN DE INTERÉS GENERAL. De esa forma no podría ser un simple medio para lucrar a unos pocos, sino que se obligaría a las empresas a dar todo el trabajo posible a las personas mientras aquellas sean competitivas. De la misma forma que tenemos que rescatar a los bancos con dinero público que ni tenemos, las empresas deben desempeñar su innegable labor social de esa forma.

La línea entre lo privado y lo público es muy delgada, tal como ha demostrado esta crisis. Todos dependemos de todos.

Imprimir | PDF
Recibe notificaciones para seguir el debate:
Notificarme vía email si hay
guest
0 Comentarios
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios