«Tenemos órdenes de no facilitar cita médica», comentan los empleados en un comunicado. El delegado sindical de la CGT Félix Trillo describe una situación lamentable: «La mayoría de los operadores tienen contratos por horas y ganan entre 300 y 500 euros mensuales». Por todo ello, se manifestarán el próximo 24 de septiembre y no descartan la huelga

«Los trabajadores lo sabemos y lo sentimos, pero nos obligan a actuar así. De hecho, tenemos órdenes de no facilitar cita médica«. Con esas durísimas palabras, los trabajadores de Salud Responde denuncian a EL LIBRE el lamentable estado del servicio, otrora eficaz y ahora un lastre para el paciente… y un calvario para los propios empleados.

Así, los trabajadores de este servicio van a manifestarse el próximo 24 de septiembre frente a la Delegación Provincial de la Consejería de Salud en Jaén (sede central de Salud Responde) a las 10:00 horas, «por el rescate del servicio y para volver ayudar a la ciudadanía«.

La Consejería de Salud anunció recientemente «un incremento de 5.325 horas mensuales en Salud Responde repartidas entre los meses de septiembre, octubre y noviembre, en previsión de un aumento de la demanda». Además, Jesús Aguirre expresó que habría «un máximo de 69 operadores simultáneos en la sala de Jaén, con horario de 8:00 a 22:00 horas de lunes a viernes, y de 9:00 a 14:00 los sábados».  Pues bien, la realidad es que esos 69 operadores son solo un poco más de la mitad de los 110 puestos que había operativos antes de la pandemia. El problema grave es que hay tramos horarios vespertinos en los que solo hay entre 20 y 30 operadores para atender a todos los andaluces que llamen a Salud Responde.

«Situación extrema»

«Estamos en una situación extrema. Estamos totalmente desbordados de trabajo. La gente nos insulta, nos grita por teléfono porque no se les da el servicio básico de cita», apunta el delegado sindical de la CGT en Salud Responde, Félix Trillo. Tampoco funcionan los chats de la aplicación Salud Responde. «Pueden llegar a acumularse 2.000 mensajes sin contestar«, confiesa Trillo, que añade: «Nos están apretando las tuercas para que seamos más rápidos sin olvidar que atendemos diariamente a unos 1.000 posibles casos de Covid, pero la gente se está muriendo de otras enfermedades. Y encima ahora habrá más trabajo por la vacunación contra la gripe y los contagios que habrá en los colegios. Ahora que tendríamos que ser un referente, tenemos que derivar las llamadas a los centros de salud».

Asimismo, la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES) le ha quitado a los teléfonos, en el display, la posibilidad de que el operador pueda ver el tiempo de espera del usuario, el cual en muchas ocasiones tiene que esperar horas hasta que le pueden atender. Sí, entre comillas, porque lo que hace Salud Responde es una derivación que acaba en un bucle sin sentido.

«Los andaluces llaman al servicio y se les obliga a pasar por una máquina. Si no pueden, les contesta un operador, quien debe de pasarlo a una cola de llamadas infinita y, cuando por fin se contesta, la obligación de dicho trabajador es volverlo a pasar a la máquina y volver a empezar», comentan desde la CGT.

La otra opción es llamar al centro de salud, el cual no contesta porque tienen mucha gente en la cola, que se forma precisamente porque no se contesta al teléfono en Salud Responde. «Estamos fomentando el contagio si le decimos al usuario que vaya presencialmente al centro de salud, porque no le cogen el teléfono», asevera Félix Trillo. Es tan aberrante el sistema operativo de esta nueva y lamentable situación en Atención Primaria que, al final, se provoca lo que en un principio se quería evitar. Entonces, los pacientes están usando las urgencias para recetas y dolencias que deberían tratarse en Atención Primaria.

«El nivel de contratación o de la calidad no debe ser según el beneficio de una empresa, sino en función de las necesidades de los andaluces», denuncian los empleados de Salud Responde

«Durante años hemos peleado por nuestros derechos, pero también peleamos por la calidad del servicio. La sanidad andaluza no merece que decaiga de esta forma. Ahora parece que somos un centro de reclamaciones», mantienen los trabajadores en un comunicado.

El actual gobierno, cuando estaba en la oposición, decía que este servicio debía ser rescatado. Ahora mismo está bajo la orden de una empresa privada, Ilunion, pero es ahí donde está el problema. «El nivel de contratación o de la calidad no debe ser según el beneficio de una empresa, sino en función de las necesidades de los andaluces», denuncian los empleados.

Hace un año el consejero prometió que este servicio iba a pasar al SAS pero se vuelve a privatizar. Y la situación es la que cualquier andaluz puede comprobar.

«Los trabajadores siempre hemos estado ahí, ayudando a la ciudadanía con las citas, los consejos sanitarios, con la gripe A, la carne mechada o la Covid-19, y queremos seguir siendo esa voz que tranquilizaba y ayudaba, no lo que estamos siendo ahora», apostillan en el comunicado.

Promesa incumplida

La sección sindical de CSIF en Salud Responde criticó el pasado 10 de agosto que la Junta de Andalucía sacase a licitación el servicio público de Salud Responde. Después de casi 20 años de prestación de servicio y tras los meses más duros y complicados para sus empleados, la Junta de Andalucía saca una nueva licitación, relegando la promesa del consejero de Salud, Jesús Aguirre, de la incorporación al SAS.

Asimismo, el sindicato no entiende por qué se premia a la nueva empresa, Ilunion, ya que «tendrá un 15% más de beneficio, sin embargo, los trabajadores se encontrarán con menos horas de contratación». “No entendemos porqué baja la calidad del servicio público de Salud Responde en esta nueva licitación. Más sabiendo, de primera mano, la situación precaria que llevamos sufriendo muchos años, han estado junto a nosotros los últimos ocho años y ahora es el momento de dar un paso adelante y hacer una apuesta segura por el servicio, por la calidad asistencial sanitaria y por las condiciones laborales de los trabajadores”, manifiesta Carlos Abellán, delegado sindical de CSIF en Salud Responde.

En este sentido, desde CSIF lamentan que no es que no haya una sola mejora para los trabajadores, sino que tampoco se reconoce el trabajo prestado, ya que mantienen el convenio de telemarketing. “Recibimos llamadas sanitarias y de otros servicios ligados con la salud y el bienestar y hemos sido el primer contacto entre la sanidad y la ciudadanía en esta pandemia que aun seguimos viviendo, pero nuestro convenio es de telemarketing, como si vendiéramos algo”, detallan.

En ese sentido, Félix Trillo, de la CGT, abunda sobre esa explotación laboral a la que están sometidos los empleados de Salud Responde: «Tenemos mucha precariedad laboral, porque la mayoría de los trabajadores tienen contratos de entre 15 y 20 horas semanales. Estamos hablando de que hay gente que gana entre 300 y 500 euros al mes. Muchas aguantan porque son amas de casa y su marido trabaja o bien son jóvenes que tienen otro trabajo o están estudiando. Problemas laborales hemos tenido siempre, pero ahora me da la sensación de que se quieren cargar el servicio«. ¿Se acerca peligrosamente esta práctica abusiva a la de grandes corporaciones mundiales que explotan laboralmente a miles de personas en call centers o haciendo balones, muñecos, zapatillas deportivas o pantalones?

Ante la negativa de Javier Vázquez, responsable de Salud Responde de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES), de reunirse con los representantes de los trabajadores, el próximo jueves habrá una reunión entre los delegados sindicales de Salud Responde y los representantes de Ilunion con el fin de buscar una solución a este conflicto sanitario y social que ha provocado la mala gestión de los dirigentes del SAS y la Consejería de Salud.